• Carnes magras del pollo, del pavo, la ternera. Cortes de res poco
grasientos, con la grasa recortada. Pescado fresco o congelado o conservado en agua.
Carnes y pescado deben ser asados en cazuela o al horno, o a la parrilla. Las
claras de los huevos.
• Tres porciones de fruta fresca al día (1 porción es igual a media
taza).
• La mayoría de los vegetales. Se recomienda una verdura (judías
verdes, escarola) o un vegetal amarillo (calabaza) al día, cocidos, al vapor o
dorados en grasa vegetal (como aceite de oliva).
• Frijoles o habichuelas, en sustitución de pan. Un panecillo o una
rebanada de pan, granos enteros o enriquecidos o 3 galletas de soda o 4 tostadas
de pan tostado muy delgadas. Espagueti, arroz o fideos (media taza) o media
mazorca como sustituto del pan. Al preparar estos alimentos no debemos utilizar
mantequillas ni grasas, sólo una margarina blanda.
• Leche descremada o productos de leche descremada, tales como quesos
de poca grasa, yogur y requesón descremado. Margarina blanda y grasas vegetales
poliinsaturadas derivadas de maíz, girasol, soya, alazor o semillas de sésamo.
• Jugos de frutas frescas. Tisanas de
hierbas (manzanilla, boldo, menta, cedrón, etc.). Chocolate preparado con leche
descremada (endulzado con sustituto de azúcar). Caldo claro y agua mineral o
potable.
• Se pueden consumir libremente vinagre, especias, yerbas de olor,
caldo sin grasa, mostaza, salsa inglesa, salsa de soja y esencias de hierbas
frescas.
3 hábitos saludables que previenen el colesterol
alto
Conservar un buen peso corporal: El exceso de peso contribuye
al colesterol alto. El mantener o perder peso (si éste es muy alto) ayuda a
reducir el colesterol malo (el de baja densidad) y a elevar el bueno (el de
alta densidad). Para ello, la alimentación es fundamental y siempre se deben
priorizar los alimentos naturales frente a los procesados. Debemos elegir
siempre las grasas de origen vegetal que son monoinsaturadas y poliinsaturadas.
Hacer ejercicios regularmente: Convierte algún tipo de
ejercicio aeróbico como parte de una rutina de entrenamiento: caminar, trotar,
nadar, hacer gimnasia. Esto contribuye a controlar el peso y elevar el nivel de
colesterol bueno, lo que nos protege el corazón. Lo ideal es consultar con el
médico antes de empezar cualquier actividad física.
Evitar el cigarrillo: Los fumadores deben pensar seriamente en
dejar este hábito si desean mejorar su estado de salud. El tabaco reduce los
niveles del colesterol bueno, y genera así uno de los factores de riesgo más
importantes de las enfermedades cardiovasculares. De ser necesario, hay que
recurrir a un tratamiento médico para dejar el cigarrillo definitivamente.
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