El ácido úrico es una
sustancia que se encuentra en la sangre de todas las personas debido a que la
formación y transformación celular están en continua descomposición. Los
alimentos corrientes también son precursores del ácido úrico. Sin embrago, el
problema aparece cuando los niveles de ácido úrico aumentan de manera notoria y
se terminan acumulando en el organismo (sangre, tejidos y orina). Los tejidos
se saturan y el ácido úrico se precipita en forma de cristales, los cuales se
depositan en la articulación, donde desencadenan una fuerte inflamación. Como
consecuencia de esta “hiperuricemia” aparece una dolencia denominada
"gota".
La gota es una inflamación articular aguda, que puede atacar a una o más articulaciones. En general, se manifiesta con dolor muy fuerte en el dedo gordo del pie, hinchazón y enrojecimiento. El dolor que se siente no sólo es producto de una articulación inflamada sino también de la presencia de sustancias tóxicas que el organismo no elimina.
Otra manera de manifestarse el exceso de ácido úrico o hiperuricemia es debajo de la piel en forma de pequeños granos blancuzcos (tofos) y en los riñones y vías urinarias (a través de la formación de piedras o cálculos).
La gota es una inflamación articular aguda, que puede atacar a una o más articulaciones. En general, se manifiesta con dolor muy fuerte en el dedo gordo del pie, hinchazón y enrojecimiento. El dolor que se siente no sólo es producto de una articulación inflamada sino también de la presencia de sustancias tóxicas que el organismo no elimina.
Otra manera de manifestarse el exceso de ácido úrico o hiperuricemia es debajo de la piel en forma de pequeños granos blancuzcos (tofos) y en los riñones y vías urinarias (a través de la formación de piedras o cálculos).
Factores que influyen en la formación de “gota”
• Excesos
de comidas proteicas y de bebidas alcohólicas.
• Pequeños
golpes o traumatismos a nivel óseo y articular.
• Ingesta
de algunos fármacos (en especial los diuréticos).
• Infecciones
respiratorias y enfermedades del corazón.
• Procesos
postoperatorios luego de ciertas intervenciones quirúrgicas.
• Dietas
compuestas por muy pocos hidratos de carbono (como pastas, cereales y panes).
• Dietas
estrictas para bajar de peso y ayunos prolongados.
• Excesiva
actividad física.
Tratamiento y prevención
Una vez que se ha detectado un nivel alto de ácido
úrico (a través de los diferentes síntomas o por un análisis de sangre) es
preciso consultar de inmediato al médico para seguir un tratamiento específico.
Luego se deberá seguir una dieta adecuada y constante que aporte alimentos
bajos en purina (la sustancia que produce el ácido úrico en la sangre). Además se deberán tomar analgésicos para
calmar la inflamación de las articulaciones (siempre bajo prescripción médica) y controlar muy de
cerca el funcionamiento de los riñones y las vías urinarias. Sin embargo, si el nivel de ácido úrico es
normal, lo mejor que podemos hacer es controlarlo y prevenir una futura
hiperuricemia a través de ciertas conductas alimenticias que nos permitan
conocer qué debemos consumir y qué no.
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