Existe una innumerable cantidad de ejercicios físicos que trabajan los
músculos pectorales y abdominales, pero sólo tres pueden darte una fuerza
suprema en estas zonas. Por eso, si deseas construir un torso de acero debes llevar
a cabo diariamente los siguientes ejercicios. Comienza la primer semana con
tres series de 10 a 15 repeticiones cada uno, y luego incrementa la cantidad
gradualmente semana tras semana. Con el tiempo verás como tu cuerpo se
transforma hasta llegar a conseguir un torso de súper hombre. Qué esperas,
¡comienza ya a entrenar!
1. Elevación de tronco con brazos extendidos:
Acostados boca arriba sobre el suelo (puedes utilizar una colchoneta), con las piernas ligeramente flexionadas y con los brazos extendidos al costado del cuerpo. Eleva tu tronco concentrando toda la fuerza en los abdominales de manera tal que puedas alcanzar los pies con la punta de los dedos de la mano mientras inhalas el aire por la nariz. Luego vuelve lentamente a la posición inicial exhalando el aire por la boca. Como variante puedes descender sin llegar a tocar el suelo y repetir el ejercicio de esa forma.
Acostados boca arriba sobre el suelo (puedes utilizar una colchoneta), con las piernas ligeramente flexionadas y con los brazos extendidos al costado del cuerpo. Eleva tu tronco concentrando toda la fuerza en los abdominales de manera tal que puedas alcanzar los pies con la punta de los dedos de la mano mientras inhalas el aire por la nariz. Luego vuelve lentamente a la posición inicial exhalando el aire por la boca. Como variante puedes descender sin llegar a tocar el suelo y repetir el ejercicio de esa forma.
2. Encogimientos abdominales con movimiento de piernas:
Acostados boca arriba sobre el suelo (puedes utilizar una colchoneta), con las piernas flexionadas, y las manos detrás de la nuca. Realiza una contracción abdominal (encogimiento) despegando la nuca y los hombros del suelo junto con la parte superior de la espalda, tratando de mantener siempre el mentón pegado al pecho (para evitar tensiones en el cuello), al mismo tiempo que levantas la pierna derecha del suelo llevando la rodilla en dirección a tu cara. En este movimiento debes inhalar el aire por la nariz. Luego regresas lentamente a la posición inicial exhalando el aire por la boca y repites alternando el movimiento de las piernas.
Acostados boca arriba sobre el suelo (puedes utilizar una colchoneta), con las piernas flexionadas, y las manos detrás de la nuca. Realiza una contracción abdominal (encogimiento) despegando la nuca y los hombros del suelo junto con la parte superior de la espalda, tratando de mantener siempre el mentón pegado al pecho (para evitar tensiones en el cuello), al mismo tiempo que levantas la pierna derecha del suelo llevando la rodilla en dirección a tu cara. En este movimiento debes inhalar el aire por la nariz. Luego regresas lentamente a la posición inicial exhalando el aire por la boca y repites alternando el movimiento de las piernas.
3. Flexiones de
brazo con pierna suspendida: Con
el cuerpo completamente extendido boca abajo (sin que el pecho llegue a tocar
el suelo), los brazos flexionados al costado del cuerpo (en posición de
lagartija), y la pierna derecha suspendida a unos centímetros del suelo.
Asciende el tronco mientras estiras los brazos hasta que permanezcan derechos,
siempre conservando la pierna suspendida. Luego desciende flexionando los
brazos y tratando de que el tórax casi toque el piso. Mientras asciendes debes
inhalar el aire por la nariz, y al descender exhalarlo por la boca. Repite la
serie alternando la posición de las piernas.
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