Comienza a correr gradualmente: Cada vez que el cuerpo hace
contacto con el suelo, el sistema muscular y esquelético absorbe tres veces el
peso de tu cuerpo. Por lo tanto, si corres aproximadamente unos cinco
kilómetros por sesión, debes sumarle a tu peso corporal varias toneladas. Por
esta razón, antes de recorrer grandes distancias, desarrolla un tono muscular
suficiente que te permita soportar los pequeños impactos de la carrera. Lo
ideal es comenzar de a poco, e ir incorporando más kilómetros semana tras
semana. De entrada nunca te lances a correr una maratón, porque de seguro
terminarás en la cama.
Involucra todos los músculos en la carrera: Es un
error creer que sólo los músculos de las piernas trabajan en la carrera.
También la espalda
y la zona lumbar reciben una gran parte de la carga que sufre el cuerpo cuando
corre. Además, los abdominales son fundamentales para sujetar el tronco, y
tanto brazos como hombros sirven para coordinar los movimientos de las piernas
y conservar el equilibrio del cuerpo. Unos movimientos previos de piernas y
brazos son ideales para comenzar la carrera en buen estado y evitar así las
lesiones que se producen por el entrenamiento en frío. Por otra parte, al
terminar de correr realiza siempre ejercicios de estiramiento que te permitan
conservar la flexibilidad de los músculos evitando posibles contracturas.
Utiliza el calzado adecuado: Es más que evidente que el
calzado es uno de los elementos claves para evitar lesiones. En la carrera hay
dos factores decisivos que aumentan el riesgo de lastimarse: la falta de
amortiguación y la de estabilidad. Si no hay amortiguación, los músculos tienen
que absorber toda la fuerza del impacto. Y por otra parte, la ausencia de
estabilidad es determinante, porque si la zapatilla es muy blanda y se deforma
con el uso, terminarás pisando mal y sometiendo a tus pies y rodillas a unos apoyos
desalineados que pueden tener efectos devastadores.
Toma
algunos recaudos:
A la hora de correr, muchas veces se pasan por alto algunos aspectos que son
realmente importantes para prevenir lesiones. Debes tratar de conservarte en tu
peso ideal ya que el sobrepeso puede favorecer el riesgo de lesionarte; elige
la tarde o noche para correr ya que el cuerpo está demasiado frío por la
mañana; no exijas a tu cuerpo más de lo que puede dar, no importa el tiempo o
la distancia recorrida cuando consideres que debes parar, simplemente hazlo; y
si sientes dolor, detén la marcha de inmediato y comprueba que todo esté bien,
de lo contrario, puedes agravar la situación de una probable lesión.
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