Las esferas o balones utilizados en la técnica
corporal son de diferentes diámetros (entre 55 cm y 1,50 m.) y genéricamente se
los conoce como "pelotas de
estabilidad", ya que al ser la superficie de trabajo poco estable, se
delata inmediatamente la capacidad de equilibrio y control motriz de cada
individuo. El trabajo central de la esferodinamia consiste en entrenar la
capacidad propioceptiva (la habilidad del cuerpo para percibirse a si mismo
internamente y en relación al espacio) y la corregir la postura del cuerpo a
partir de ejercicios de estiramiento y alineación. Esta técnica pone el acento
en el aprendizaje por medio del cuerpo en movimiento promoviendo la destreza y
la capacidad de juego de las personas.
Movimientos saludables
Los ejercicios que se llevan a cabo sobre los
balones se clasifican en dos: estáticos y dinámicos. Los primeros pueden ser
practicados por personas de todas las edades y los segundos están dirigidos a
aquellos que quieran desarrollar un entrenamiento integral. Quienes practican
la esferodinamia consiguen un estado de relajación activa desde la primera
clase, además mejoran la postura, reducen las tensiones musculares y alivian
los dolores localizados.
La pelotas permiten intensificar la percepción
del peso y volumen del cuerpo. De esta forma es más fácil modificar una mala
postura, corregir la estructura que la impulsa, ajustar el tono muscular y
entrenar el movimiento. A través de un entrenamiento funcional se puede
aprender a regular el tono muscular efectuando pequeños cambios en el estado de
tensión de los músculos con respecto a la superficie del balón y la descarga
del peso sobre el mismo. También algunos movimientos específicos realizados
sobre las pelotas permiten un estiramiento muscular y una alineación de los
miembros, mejorando así las posturas incorrectas.
El tamaño y material del balón que se utiliza
en las sesiones de esferodinamia dependen exclusivamente del tipo de
entrenamiento que se desea realizar: las mas blandas son ideales para disminuir
el tono muscular y las mas duras para incrementarlo. Con una esfera pequeña el
trabajo corporal es mas localizado, mientras que con una grande es más global,
y los estiramientos pueden mantenerse por mas tiempo.
Una pelota dura o muy inflada tiene una menor superficie de apoyo y una mayor resistencia al piso; además se mueve más rápido y exige más control de los reflejos que una pelota blanda o menos inflada. Sin embargo, hay casos en donde se necesitan esferas más flexibles para lograr una mayor área de contacto con el piso, así se pueden hacer movimientos lentos manteniendo el equilibrio con poca energía corporal.
Una pelota dura o muy inflada tiene una menor superficie de apoyo y una mayor resistencia al piso; además se mueve más rápido y exige más control de los reflejos que una pelota blanda o menos inflada. Sin embargo, hay casos en donde se necesitan esferas más flexibles para lograr una mayor área de contacto con el piso, así se pueden hacer movimientos lentos manteniendo el equilibrio con poca energía corporal.
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