En
mayor o menor medida, todos los elementos nutritivos del cuerpo humano
(vitaminas, minerales, proteínas, aminoácidos, enzimas, carbohidratos y ácidos
grasos) se hallan en las frutas y en las verduras. Las sustancias que las
satisfacen son transportadas, gracias al agua contenida en esas frutas y esas
verduras, al intestino, donde son absorbidas. Además de aportar sustancias
nutritivas al cuerpo, esta agua desempeña una función esencial: depurarlo de
desechos. De ahí la importancia suprema de las frutas y verduras en cualquier programa
serio de pérdida de peso.
Generalmente,
comemos y vivimos de una manera que nunca permitimos una verdadera limpieza del
interior de nuestro cuerpo. Y aunque muchos consideren que con beber ocho vasos
de agua por día depuran su cuerpo, lo cierto es que eso nunca sucede. Pues la
base de la depuración debe estar en los alimentos y no en el agua, y más
precisamente en los alimentos con alto contenido de agua, como las frutas y
verduras crudas. De lo contrario, se produce una continua contaminación que puede
llegar a obstruir el normal funcionamiento fisiológico del organismo, incluso
las vías normales de eliminación de desechos (riñones, intestinos e hígado).
Agua y comida: Una combinación poco saludable
Beber
agua con las comidas ejerce un efecto debilitante. Muchas personas beben agua
mientras comen. No es una buena práctica, porque en el estómago hay jugos
digestivos que están actuando sobre la comida. Si al comer se bebe agua, se
diluyen estos jugos y se impide una óptima digestión de los alimentos. Además
se obstruye notablemente el proceso de asimilación de los nutrientes,
perjudicando la posterior eliminación de los elementos que el organismo
descarta. En definitiva, el agua dificulta la digestión y resta mucha energía
que el cuerpo puede aprovechar para otras actividades.
Por
otro lado, al consumir alimentos con alto contenido acuoso se eliminan
efectivamente los desechos tóxicos del cuerpo, y sin necesidad de contar con un
aporte extra de agua. Así, no sólo se aprovechan todos los nutrientes, sino que
además se consigue bajar de peso. Lo que finalmente debemos tener en cuenta es
que nuestro cuerpo efectivamente necesita agua, y mucha agua, sólo que ésta
debería provenir siempre de una fuente natural orgánica (como las frutas y
verduras). Y aunque para compensar la carencia de agua, se puede beber aparte y en gran cantidad, siempre debe hacerse lejos de las comidas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario