martes, 17 de diciembre de 2013

La concentración: Un paso hacia la meditación



La meditación es una manera de aumentar el autocontrol y obtener una relajación mental completa. A la hora de meditar, es preciso realizar una primera elección entre dos técnicas de concentración: una interior y otra exterior. Cada una consiste en los siguiente:

· Concentración interior: siéntate, relájate e imagina un dibujo simple, como un círculo alrededor de una cruz u otro símbolo fácil de visualizar. Consérvalo en la mente durante todo el tiempo que dure el ejercicio, sin pensar en lo que representa. La figura debe permanecer simple sin complicaciones ni desviaciones, y siempre es preferible que esté dentro de una forma circular, con un centro bien definido.

· Concentración exterior: siéntate, relájate y coloca una mano enfrente, de manera que puedas enfocar la uña del pulgar con la vista baja. Mírala con atención, sin forzar la vista, conserva los ojos y los párpados relajados y presta atención al movimiento del abdomen al respirar. En el transcurso debes estar atento de la respiración y contemplar la uña del pulgar. No piense en ella ni trates de profundizar en tus pensamientos; limítate a observarla como si se trata de lo más importante que has visto en la vida.
Estas dos técnicas inducen la mente a un estado profundo de relajación y permite que el cuerpo se despegue por completo de las preocupaciones cotidianas. De esa forma, con la mente en blanco y junto a la respiración profunda el cuerpo se toma el descanso necesario para poder continuar con la rutina de todos los días. Así, libre de tensiones y estrés es como uno puede adoptar una actitud diferente frente a las situaciones que se presentan en la vida, actuando con calma y serenidad sin llegar a perder el control de nuestros propios actos. 

La posición ideal para meditar

Como en todos los ejercicios, existe una postura correcta que el cuerpo debe adoptar para obtener los máximos beneficios a la hora de meditar. Sentado sobre el suelo y con las piernas cruzadas debes tener en cuenta estos aspectos:
· Cabeza vertical y mentón suavemente recogido.
· Espalda derecha, pero sin tensión.
· Hombros bajos.
· Respiración abdominal fluida y lenta.
· El pecho prácticamente no se mueve.
· Las manos en la posición que desees, pero siempre relajadas.

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