El dolor de cintura es el síntoma clave, constituye la guía de la
investigación clínica y permite realizar un diagnóstico más certero. Se puede
clasificar en cuatro grandes categorías:
Dolor lumbar puro: Es el más frecuente. Corresponde al típico dolor de cintura, que siendo un dolor constante, no se irradia. Habitualmente aumenta con los ejercicios y disminuye con el reposo. Su origen es habitualmente traumático y puede deberse a un mal esfuerzo o a una constante mala postura. Las fracturas por osteoporosis también se manifiestan por dolor lumbar puro. Lo padecen en su mayoría personas sedentarias que se someten a una actividad a la cual no están acostumbrados.
Dolor lumbar puro: Es el más frecuente. Corresponde al típico dolor de cintura, que siendo un dolor constante, no se irradia. Habitualmente aumenta con los ejercicios y disminuye con el reposo. Su origen es habitualmente traumático y puede deberse a un mal esfuerzo o a una constante mala postura. Las fracturas por osteoporosis también se manifiestan por dolor lumbar puro. Lo padecen en su mayoría personas sedentarias que se someten a una actividad a la cual no están acostumbrados.
Dolor articular o facetario: Aquí el dolor también tiene su origen en la cintura lumbar, pero a diferencia del anterior, se irradia a una o las dos extremidades inferiores por detrás, sin sobrepasar las rodillas. Aumenta notablemente con la extensión de la columna y cede parcialmente con la flexión del tronco.
Se ve con bastante frecuencia en pacientes jóvenes que someten la columna vertebral a exigencias físicas límites. También aparece cuando existe una sobrecarga de peso de la pared abdominal, como ocurre en la mujer embarazada y en el paciente obeso.
Dolor lumbar radicular o ciático: Aquí el dolor lumbar se acompaña siempre de dolor irradiado a las extremidades inferiores. El origen está en el compromiso de un determinado nervio raquídeo en la columna. Se traduce en dolor irradiado habitualmente a las piernas, incluso en ocasiones hasta el pie. Una de las causas más frecuentes corresponde a la hernia del disco intervertebral lumbar, que si no es tratada a tiempo puede llegar a comprometer la sensibilidad, motricidad y los reflejos de la extremidad.
Dolor lumbar atípico: Los síndromes atípicos están relacionados con el estrés, tensiones emocionales y enfermedades de la esfera sicológica. Aquí, a diferencia de las otras tres categorías del dolor, no existe un patrón orgánico de identificación. En general, son todos dolores difusos de toda la espalda con irradiaciones erráticas y frecuentemente acompañados de estados de contracturas musculares.
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