• Bardana: Purificante de la sangre, la raíz de esta
hierba ayuda a eliminar toxinas a través del sudor. Es diurética y mejora la
función hepática. Habitualmente se toma en tisana.
• Cúrcuma: Su raíz triturada se puede añadir en
ensaladas. Incrementa la presencia de enzimas importantísimas para el correcto
funcionamiento del hígado.
• Diente
de león: Limpia
posibles obstrucciones y estimula al hígado. Además de diurética, contiene gran
cantidad de minerales fácilmente asimilables por el organismo. También se puede
preparar en ensaladas aunque su sabor es un poco amargo.
• Hojas de alcaucil (alcachofa): Contienen un principio activo,
la cinarina, que protege y ayuda a regenerar el
hígado. Se toma en una infusión preparada de la siguiente forma: sumerge una
cucharada de hojas trituradas en agua hirviendo y deja reposar unos minutos;
sirve tibia.
• Ruiz de zarzaparrilla: Posee una gran acción para
limpiar la sangre y la linfa. Habitualmente se toma en infusión de dos a tres
veces por día.
2 fórmulas naturales para
combatir la debilidad
Si
padeces de anemia, ayúdate con una infusión de bayas de enebro: coloca unas
cuantas en medio litro de agua hirviendo, tapa el recipiente y déjalo unos 15
minutos. Endúlzalo con un poco de miel, y toma tres tazas al día; el enebro
ayuda a combatir la escasez de glóbulos rojos, y te ayudará a recuperar las
fuerzas perdidas.
Para
casos pertinaces de debilidad o anemia existe un magnífico remedio natural: el
boj. Puedes tomar entre 20 y 60 granos de esta planta en polvo, bien en forma
de infusión o bien tragándolos directamente. Además de ser un excelente tónico,
purifica la sangre y combate la ictericia.
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