El cereal tiene igual proporción Yin y Yang. La sal es el alimento más Yang y
el azúcar y los edulcorantes sintéticos los más Yin. Cuando enfriamos un
alimento sus moléculas se aquietan, vibran menos, por lo tanto lo transformamos
en Yin. Así es como los chinos adaptan su alimentación según si el clima es
húmedo o seco, empleando un criterio totalmente diferente al de los
occidentales. De esta forma se aseguran un equilibrio en su salud física y
mental controlando el consumo de alimentos húmedos o secos de acuerdo a la
región donde vivan.
Macrobiótica: El equilibrio
gastronómico
La macrobiótica no es más que un estilo de vida de raíces orientales
que considera a la alimentación como parte fundamental de la salud tanto física
como mental. Según los fundamentos macrobióticos, una alimentación sana y
equilibrada promueve un espíritu positivo y un carácter generoso. En cambio, un
estado de desnutrición o sobrealimentación no puede más que crear una
personalidad negativa y carente de estímulos. Por eso, la macrobiótica propone
encontrar una dietética saludable, higiénica y equilibrada que favorezca
a nuestro organismo, serene el espíritu, tranquilice el sistema nervioso
y nos dé la energía necesaria para enfrentar los problemas diarios con una
mejor actitud.
El secreto de la alimentación macrobiótica consiste en descubrir el equilibrio perfecto entre las energías Yin y Yang de los diferentes ingredientes que usamos en cada comida. Otra cosa que no descuida es la relación que se establece entre los alimentos y las estaciones del año. En los meses más calurosos debemos consumir alimentos Yin, que por ser de tipo «frío» equilibran mejor la dieta. En cambio, durante el invierno debe darse preferencia a todo lo Yang, puesto que proporciona calor y energía.
El secreto de la alimentación macrobiótica consiste en descubrir el equilibrio perfecto entre las energías Yin y Yang de los diferentes ingredientes que usamos en cada comida. Otra cosa que no descuida es la relación que se establece entre los alimentos y las estaciones del año. En los meses más calurosos debemos consumir alimentos Yin, que por ser de tipo «frío» equilibran mejor la dieta. En cambio, durante el invierno debe darse preferencia a todo lo Yang, puesto que proporciona calor y energía.
Los alimentos Yin más importantes son las frutas, verduras de hoja, semillas, tofú (queso de
soja), jugos de frutas y verduras, jaleas sin azúcar, malta de cebada
(reemplaza el café), lácteos de todo tipo y azúcar. En cambio, los que poseen
energía Yang son los cereales enteros, harinas, pastas, panes, verduras de
raíz, patata, zanahoria, cebolla, huevo, pescados y mariscos, toda clase de
carnes (rojas y de aves), legumbres y sal.
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