La Medicina Tibetana actual proviene íntegramente de las escrituras
tántricas que se han incorporado dentro del Tanjur; la versión revisada de los
Cuatro Tantras Médicos que se sigue utilizando en la actualidad, fue compilada
en el siglo XII y resume los conocimientos recogidos en el Tíbet, Asia y
Oriente Medio.
Este sistema médico se encuentra sumamente relacionado al budismo
tibetano, el cual sostiene que hasta que la ignorancia y la codicia queden
eliminadas del fluir de la mente, por muy sanos que creamos estar, seguimos
enfermos. Además, contempla al análisis del cuerpo como el fundamento de la
cosmología y de la filosofía budista y considera que el estado de salud depende
de un balance en la dieta, la conducta, las condiciones ambientales y
psicológicas, así como de los factores sociales, siendo todos éstos
imprescindibles para el diagnóstico certero y el tratamiento eficaz de las
enfermedades.
Los principios sustanciales
Según los fundamentos budistas, todos los fenómenos animados e
inanimados existen en dependencia de los agregados de las cinco energías
cósmicas, las cuales son la tierra, el fuego, el agua, el aire y el espacio.
Fisiológicamente, la medicina tibetana considera que el cuerpo humano está
constituido por 3 humores o nepas, 7 energías físicas y 3 tipos de excreciones.
Las 7 esencias son: las esencias nutricias, la sangre, la carne, el tejido
adiposo, la médula ósea y el óvulo o esperma, dependiendo del sexo del
individuo. Los 3 humores son las manifestaciones biológicas de las 5 energías
cósmicas y son considerados como el surgimiento de las 3 aflicciones básicas
que son el deseo, el enojo y la confusión, éstas se conocen como el viento, la
bilis y la flema.
El viento (rlung) se compone del elemento
viento, representa la fusión nerviosa y recibe la influencia de las 3 causas de
sufrimiento evidenciadas por el Buda. La bilis (mkris-pa) se constituye por el
elemento fuego, es responsable del metabolismo y del calor corporal (tumo), de
la digestión y de la excreción; el enojo actúa sobre su equilibrio
desestabilizándola. La flema (bad-kan) asegura la regeneración y la producción
de líquidos; es perturbada por el veneno de la confusión. La flema está
compuesta por los elementos tierra y agua.
La salud, según la Medicina Tibetana, es el estado de equilibrio de
estos 3 humores, mientras que la enfermedad aparece si algunos de éstos quedan
fuera de balance. Los aspectos que provocan una manifestación de enfermedad
incluyen además una dieta impropia, una conducta impropia, infección por
agentes patógenos, factores ambientales y la influencia negativa de
determinados espíritus.
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