En general, los ejercicios de Ci Kung pueden llevarse a cabo sin ningún
problema, aunque sus efectos sobre el organismo deben considerarse altamente
poderosos. En este sentido, si padeces de algún problema en el pecho, debes
realizar los movimientos con mucha precaución. Ante un problema de presión
sanguínea o corazón, no debes contener la respiración. No obstante, de existir
algún inconveniente, por pequeño que sea, debes consultar con el médico antes
de iniciar la sesión de ejercicios.
Postura básica inicial
Todos los ejercicios de Chi Kung parten de una misma postura, que se
utiliza principalmente para alinear los órganos internos favoreciendo la
concentración y toma de conciencia de todo el cuerpo. Los pasos para adoptarla
son los siguientes:
Primero colócate de pie (descalzo) a una distancia aproximada a la de
los hombros. Trata de encontrar tu equilibrio natural, de manera que el cuerpo
permanezca erguido sin inclinarse hacia atrás o hacia delante. Relaja los pies
en las zonas que hacen contacto con el suelo, como el talón, los dedos y la
cara externa de la planta. Al mismo tiempo relaja las rodillas sobre los pies,
la parte inferior de la espalda (cintura), el estómago y los músculos de la
cola. También relaja y arquea los hombros ligeramente hacia delante, de manera
tal que el pecho adopte una suave posición cóncava (hacia adentro).
A continuación, imagina que la parte superior de tu cabeza está sujeta por el pelo al techo. Siente que tu cabeza flota libremente mientras relajas la lengua, la boca y la mandíbula. Permanece en esta posición durante unos minutos, con los brazos y las manos sueltas colgando a los costados del cuerpo, completamente relajados. Una vez que te has relajado debes intentar concentrar tu mente en los cinco elementos básicos: para la tierra piensa en el peso y tus firmeza sobre el suelo; para el agua imagina tu cuerpo suelto y fluido; para el aire evoca sensaciones de ligereza y transparencia; para el fuego imagina chispas y calor, y para el espacio visualiza mentalmente la capacidad de respiración de tus pulmones. Recuerda que durante los ejercicios de Chi Kung debes conservar la mente tranquila y libre de malos pensamientos, de manera que puedas hacer los movimientos con la máxima precisión.
A continuación, imagina que la parte superior de tu cabeza está sujeta por el pelo al techo. Siente que tu cabeza flota libremente mientras relajas la lengua, la boca y la mandíbula. Permanece en esta posición durante unos minutos, con los brazos y las manos sueltas colgando a los costados del cuerpo, completamente relajados. Una vez que te has relajado debes intentar concentrar tu mente en los cinco elementos básicos: para la tierra piensa en el peso y tus firmeza sobre el suelo; para el agua imagina tu cuerpo suelto y fluido; para el aire evoca sensaciones de ligereza y transparencia; para el fuego imagina chispas y calor, y para el espacio visualiza mentalmente la capacidad de respiración de tus pulmones. Recuerda que durante los ejercicios de Chi Kung debes conservar la mente tranquila y libre de malos pensamientos, de manera que puedas hacer los movimientos con la máxima precisión.
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