Por
otro lado, la consulta con un nutricionista suele producirse por sugerencia de
un médico. La formación práctica del nutricionista incluye conocimientos de
nutrición para personas de todas las edades y con muchas clases distintas de
necesidades específicas, y la creación de dietas especialmente diseñadas para
prevenir o tratar las enfermedades.
Los
nutricionistas también pueden asesorar sobre una amplia diversidad de dolencias
y trastornos de la salud, desde la insuficiencia renal aguda y las enfermedades
hepáticas hasta la diabetes, las alergias y los problemas de peso, recomendando
cambios en la dieta con base en la afección concreta y el estilo de vida de la
persona. Su trabajo es sumamente profesional y puede asegurar resultados
exitosos en la búsqueda de un bienestar físico y mental. En general, las dietas
elaboradas por un licenciado en nutrición cubren todas las necesidades
nutricionales y se valoran por cantidad de calorías, y no por exclusión de
alimentos.
Nutricionistas
y dietas balanceadas
Un
nutricionista tiene una formación reconocida en nutrición a nivel de
licenciatura o superior, y son los grandes precursores de las tendencias
alimentarias, sobre todo las que proponen una pérdida de peso efectiva y
sostenida. Los nutricionistas se centran en la ciencia de la nutrición y
aplican sus conocimientos a la promoción y educación sanitaria, llevando a cabo
encuestas dietéticas e investigación. Por eso, la consulta al nutricionista puede
servir para conocer las propiedades de los alimentos, la relación entre
alimentos y salud, la manera de curarse a través de los alimentos y la
elaboración estratégica de dietas específicas que apunten a conseguir
resultados en un tiempo previsible.
Los nutricionistas
se centran en ayudar a una persona a sacar el mayor partido de su alimentación
y pueden ofrecer asesoría general sobre complementación de bajo nivel si la
dieta es evidentemente deficiente en ciertas vitaminas y minerales. En este
sentido, las denominadas dietas balanceadas o equilibradas tienen sus
fundamentos científicos en la investigación que muchos nutricionistas han
llevado a cabo sobre las necesidades energéticas y nutricionales del ser
humano. Es cierto que ningún profesional serio aconsejaría a su paciente comer
de acuerdo a la posición de la luna, basar su dieta en un consumo excesivo de
manzanas o desayunar y cenar pomelos. Este criterio es el que garantiza que una
dieta para bajar de peso sea nutritiva y fundamentalmente promueva la salud.
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