En
principio, el alcohol etílico, o etanol, se obtiene fermentando carbohidratos,
y se puede emplear para conservar alimentos, tales corno frutas, y para matar
bacterias. Este tipo de alcohol es popular por su capacidad de amortiguar los
sentidos, tanto emocional corno físicamente, y se administraba antes de las
operaciones cuando aún no se habían descubierto los anestésicos. Por su parte,
las bebidas alcohólicas, cuya graduación puede variar, tienden a incrementar
las ganas de comer y también reducen el autocontrol. No obstante, estos
efectos, combinados con el contenido calórico de la bebida, pueden provocar un
aumento importante de peso.
La digestión del alcohol
La
degradación del alcohol se inicia en el estómago. Si se toma alcohol con los
alimentos, la enzima deshidrogenasa (encargada de la degradación) tiene más
tiempo para actuar sobre él en el estómago, y sus efectos sobre el cuerpo
parecen menores. El alcohol que no se degrada en el estómago pasa directamente
al torrente sanguíneo y se descompone al pasar por el hígado. En general, el
hígado es capaz de limpiar el cuerpo de unos 6 g de alcohol por hora, aunque
esto varía de una persona a otra.
Por
otro lado, existen varias razones por las que los hombres pueden tolerar más
alcohol que las mujeres. Los hombres tienen mayor cantidad de alcohol
deshidrogenasa en el estomago que las mujeres, así que degradan el alcohol más
deprisa. Sus niveles de alcohol en sangre aumentan por tanto más despacio que
los de las mujeres. Además, los hombres tienen más agua en los tejidos
corporales que las mujeres. Hay por tanto más líquido para diluir el alcohol,
así que permanece menos concentrado en el cuerpo de los hombres que en el de
las mujeres.
Del consumo a la adicción
Las
personas que beben diariamente de cuatro a seis unidades de alcohol
(equivalente a un vaso de vino) pueden desarrollar un fuerte problema con la
bebida, con efectos adversos para ellas mismas y para entorno familiar. La
ingesta de dos unidades altera la concentración y afecta levemente al
equilibrio. Cinco unidades alteran profundamente las reacciones; existe mayor
riesgo de accidentes, y en la mayoría de los países esta cantidad está muy por
encima del límite legal para conducir.
El
consumo excesivo de alcohol puede provocar estupor, inconsciencia e incluso
coma. La abstinencia de alcohol en personas consideradas “alcohólicas” provoca
lesiones nerviosas y síntomas tales como temblores. En estos casos, la
recuperación y el tratamiento médico y terapéutico del alcohólico es
fundamental para evitar un problema de salud que lo lleve a la muerte.
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