Una de
las alergias más comunes es la “rinitis alérgica”, y se manifiesta
principalmente en época de primavera y comienzo del verano. La persona afectada
tiene crisis de estornudos con taponamiento nasal y secreciones acuosas con
goteo persistente. Padece prurito en los ojos con lagrimeo y sensación de tener
alguna basura en los ojos. Se produce durante los cambios de estación y en el
momento de la polinización de ciertas plantas. Dicho polen es el responsable de
producir reacciones alérgicas a personas predispuestas, con la aparición de
alergia nasal, conjuntiva, palatina e incluso de oído externo, así como de leve
asma, también mal llamado espasmo bronquial. Las molestias duran lo que dura la
polinización de las plantas, es decir, entre quince, veinte o treinta días;
concluido este período el organismo vuelve a la normalidad. Es aconsejable,
entonces, concurrir al especialista para aclarar el cuadro y para que le
indique la medicación antialérgica adecuada, ya sea local o general.
Alimentos y medicamentos: Dos causantes de alergia
La
alergia a los alimentos se manifiesta cuando el cuerpo se irrita al ingerir
determinados productos. Generalmente, estos mismos alimentos no provocan
ninguna reacción a otras personas. La diarrea suele ser el signo más frecuente
de este tipo de alergia. Otras síntomas pueden ser dolor de estómago, gases o
hinchazón en el vientre, urticaria, ronchas y picazón. Algunas veces también
aparecen las náuseas y los vómitos, dolor de cabeza intenso y hasta desmayo. Lo
cierto es que cualquier alimento puede provocar una alergia, incluso hay
algunos que provocan episodios de alergia con más frecuencia que otros (leche
de vaca, huevos, trigo, soja, maní, pescado, chocolate, mariscos, conservas,
etc.). Los médicos alergistas suelen hacer ciertas pruebas para determinar con
exactitud qué alimento provoca la alergia en la persona, y luego se puede
suprimir su consumo o realizar un proceso gradual de adaptación al mismo.
Por su
parte, la reacción alérgica a los medicamentos puede manifestarse con erupción
cutánea, picazón y urticaria después de consumir el fármaco. Las reacciones
alérgicas intensas pueden resultar mortales, causar edema de glotis y por ende
problemas para respirar, un brusco cambio en la presión arterial, desmayo y
opresión en el pecho (anafilaxia). Al igual que los alimentos, el médico suele
hacer pruebas de sensibilidad que determinan qué componentes rechaza el cuerpo,
y luego se indica su prohibición de por vida.
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