Incorporarse a un grupo de apoyo para conocer personas que están
pasando por los mismos problemas que uno, puede tener un impacto positivo sobre
nuestro propio bienestar emocional ayudándonos a superar las etapas de
depresión y ansiedad típicas de las situaciones difíciles (como la falta de
empleo, una ruptura sentimental, la carencia de perspectivas, problemas
económicos, mudanzas, etc.). Además, un grupo de apoyo puede fortalecernos de
manera tal que podamos recuperar el autoestima, adoptar una actitud positiva
frente a las cosas, aumentar la motivación y sobre todo crecer como personas.
Cuidar el cuerpo: Una forma de enfrentar las crisis
El cuidado del cuerpo puede ser un verdadero aliciente frente a los
problemas laborales y emocionales, no sólo porque nos permite vernos en buena
forma sino además porque sirve para mejorar nuestro estado anímico. Realizar
ejercicios (como caminatas diarias por un parque), seguir una dieta liviana y
baja en grasas, tratar de descansar unas 8 horas por noche y abandonar los
malos hábitos (como el alcohol y el tabaco), no es más ni menos que la mejor
fórmula para combatir las situaciones de estrés.
Además, podemos compartir la actividad física con amigos o concurrir a
un gimnasio para hacer nuevas amistades. El ingreso a un nuevo grupo social
puede implicar mucho más que un cambio de aire, puede servir para encontrar la
solución a nuestros problemas. Por ejemplo, si estamos buscando trabajo,
contactar nuevas personas puede ayudarnos a establecer un vínculo que nos
permita insertarnos nuevamente en el mercado laboral. Lo mismo sucede cuando
tratamos de reponernos de una ruptura afectiva, el conocer gente puede ser el
puntapié inicial de una nueva relación.
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