Vinagre
de manzana:
Este tipo de vinagre es apropiado para cocinar un besugo a la sidra o
condimentar la más sana y suave ensalada. Es un vinagre menos ácido que el resto
por lo que es recomendado para personas con problemas intestinales. Su sabor
característico de la manzana y similar a la sidra (pero mucho menos dulce)
permite que pueda emplearse en la cocina en una mayor proporción que las otras
variedades de vinagre. Es ideal para acompañar platos agridulces.
Vinagre
balsámico: Se
lo conoce con el nombre de aceto balsámico y se elabora a partir del mosto de
las uvas (zumo concentrado y sin fermentar). Su sabor es único y es el más
suave y dulce de todos los vinagres. Su exquisitez lo hacen el vinagre más
cotizado. Es un aliado excelente en la preparación de platos frescos: una
ensalada de mariscos y casi todas las demás se realzan con unas gotas de
vinagre balsámico.
Vinagres
aromatizados (a la menta, al romero, al estragón, al ajo, etc.): Surgen a partir de la
combinación del vinagre de vino blanco con ciertas hierbas aromatizantes. La
preparación de vinagres aromatizados es muy sencilla: debe calentarse éste
ligeramente, agregarse a una botella con la hierba seleccionada, tapar el
recipiente y conservar la mezcla en la heladera por dos semanas antes de su
uso.
El empleo en la cocina es variado; por ejemplo, el vinagre a la menta es excelente para las ensaladas de hongos con escarola, de tomate con queso, de calabacines con ajíes, de platos ahumados, etc. Por su parte, el vinagre al estragón es un estupendo condimento para pescados, espárragos; aromatiza una salsa berlinesa o una ensalada de legumbres. Las variedades de romero y espliego son únicas para preparar una lengua a la vinagreta, aliñar aceitunas y adobar carnes. El vinagre combinado con ajos macerados resalta el sabor en todas aquellas preparaciones en las que el ajo es el indispensable, como una ensalada de escarola, ajíes en vinagre, pollo y pescados asados.
El empleo en la cocina es variado; por ejemplo, el vinagre a la menta es excelente para las ensaladas de hongos con escarola, de tomate con queso, de calabacines con ajíes, de platos ahumados, etc. Por su parte, el vinagre al estragón es un estupendo condimento para pescados, espárragos; aromatiza una salsa berlinesa o una ensalada de legumbres. Las variedades de romero y espliego son únicas para preparar una lengua a la vinagreta, aliñar aceitunas y adobar carnes. El vinagre combinado con ajos macerados resalta el sabor en todas aquellas preparaciones en las que el ajo es el indispensable, como una ensalada de escarola, ajíes en vinagre, pollo y pescados asados.
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