Por
otro lado, está demostrado que la zonas que más sufren frente a un aumento de
peso, además del abdomen, son las caderas y los muslos. En este sentido, para
bajar de peso se debe recurrir tanto al descenso en la ingesta calórica como al
incremento de la actividad física. Pero, cuando las adiposidades están
localizadas conviene tomar algunas medidas extras relacionadas con la conducta
alimentaria y la selección de los alimentos. Lo más recomendable es controlar
la ingesta de productos con grasas ya que
son los
que tienen las calorías más concentradas. Conviene siempre elegir las grasas
monoinsaturadas para beneficiar el funcionamiento cardiovascular (el aceite de
oliva y el de canola los contienen). Asimismo, muchas grasas comestibles
(margarinas, mantecas y mayonesas) más allá de sus calorías o sus variedades
dietéticas, no deben elegirse como sustitutos de los productos originales por
sus aportes de sodio, aditivos y conservantes (sobre todo en el caso de la
mayonesa).
La mejor nutrición para unas caderas espléndidas
En la
cola y las caderas es donde primero se deposita la grasa y, paradójicamente, el
último lugar de donde se pierde. Estas zonas constituyen un verdadero problema
para las mujeres en general. Sin duda que una gimnasia localizada te ayudará en
el proceso de modelación, pero también debes considerar algunos factores
relacionados con la nutrición:
• No te
ilusiones con las dietas de muy bajas calorías (estrictas). Ten en cuenta que
no necesariamente debes pasar hambre para eliminar los rollitos de más.
Controla al máximo la ingesta de grasas y harinas blancas, sobre todo si están
combinadas con azúcar.
• Respecto
a la comidas, evita las pastas frescas, pero incluye en tu dieta alimentaria
hasta dos veces por semana un plato de fideos secos cocidos al dente. Eso sí,
condimenta con muy poca grasa y trata de emplear salsa de tomates naturales.
• Consume
todo tipo de vegetales crudos y frutas. Estos alimentos son importantes fuentes
de vitaminas y minerales, y sobre todo, no engordan. Bebe además gran cantidad
de caldo de verduras adicionado con una cucharada de salvado de avena o de
trigo.
• Consume
lácteos descremados y controla mucho el consumo de quesos duros, aunque sean
magros. De esta forma obtienes un importante aporte de calcio (necesario para
huesos fuertes).
• Divide
tu alimentación en 5 o 6 comidas diarias. El secreto para bajar de peso o
mantener la forma consiste en comer pequeñas cantidades de alimentos varias
veces al día.
• No
consumas pan blanco, ni galletitas de ningún tipo (tanto dulces o saladas),
sólo las integrales o de salvado. Evita el alcohol, las golosinas y las comidas
rápidas procesadas (ya que contienen importantes cantidades de grasa).
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