jueves, 6 de marzo de 2014

Té negro: El más famoso de todos



Los té negros son los más vendidos en el comercio mundial por su aroma, sabor y textura. La oxidación que tiene lugar durante su fermentación es responsable de su fuerza, cuerpo y color, características todas ellas que se basan en los cambios químicos producidos en el tanino del té y en el desarrollo del aceite esencial. Cuanto más tarda en fermentar el tanino, más color adquiere y su sabor es menos pungente, por lo que un té negro puede ser en consecuencia muy poco pungente; en la terminología del té, astringencia sin amargor.
Los té negros se clasifican por el tamaño de las hojas: los de hojas grandes que desarrollan su sabor y color más lentamente para proporcionar una bebida ligera y más fragante, y los té de hojas rotas, que cubren las hojas más pequeñas y con los que se obtiene un té más oscuro, fuerte y rápido. 

Té negro para todos los gustos

Entre los té de hojas, el término Orange Pekoe significa que las hojas son largas y bien definidas, quizá con los brotes superiores de las plantas y algunos capullos. Los Pekoe con hojas más pequeñas y enrolladas de forma más compacta producen una infusión más oscura pero no más fuerte que la de los Orange Pekoe. El Souchong presenta unas hojas muy grandes y gruesas y con él se prepara un té pálido y bastante pungente.
Entre los té de hojas rotas, el Broken Orange Pekoe, bastante fuerte y que presenta un buen color en la taza, es uno de los más utilizados en las diferentes mezclas de té. Los té de hojas finamente troceadas dan un té más fuerte y que se prepara con mayor rapidez; es el caso del polvo de té o dust, la calidad más baja.
Entre los té negros de calidad excelente se encuentra el Keemun, un té aromático y de mucho cuerpo procedente del norte de China, que con su penetrante aroma constituye una buena alternativa al café de sobremesa; y el Lapsang Souchong, un té opulento y de un fuerte sabor ahumado procedente del sur de China y Taiwán, ideal para beber sin leche.
Entre los té negros clásicos indios se encuentra el Darjeeling, cultivado en las altiplanicies, y con el que se preparan infusiones pálidas y exquisitas. El de Assam, fuerte, pleno y con sabor a malta. Los té de Ceilán suelen tener menos carácter que otros negros, y las variedades cultivadas en las altiplanicies se conocen por su fuerza, sabor delicado y aroma perfumado.

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