El mal aliento puede desencadenar serios
trastornos en quien los padece, y ya no desde un punto de vista fisiológico,
sino más bien social. Cuando existe un problema de halitosis, el contacto con
otras personas suele transformase en un hecho conflictivo, generando así el
aislamiento en quien lo padece. A raíz de esto, muchas personas intentan
medidas paliativas, disimulando transitoriamente el problema pero sin
erradicarlo de manera definitiva.
Consejos para transformar el aliento
• Evita las bebidas con cafeína (café, té y
gaseosas) y las bebidas alcohólicas, ya son productos que producen mal aliento.
Lo mismo sucede con el cigarrillo; intenta dejarlo y veras como cambia tu boca.
• Consume abundante agua mineral, sobre todo
después de las comidas. Esto favorece la eliminación de toxinas del cuerpo
favoreciendo la frescura de la boca.
• Si padeces de sequedad bucal, consume
ocasionalmente caramelos de menta o chicles sin azúcar. Estos productos
estimulan la producción de saliva y favorecen la humedad bucal.
• Realiza una visita al dentista al menos dos
veces por año. Dejarse estar puede profundizar el problema de mal aliento. Si
luego de una limpieza, la halitosis continua, consulta a tu médico.
• Higieniza profundamente los dientes después
de cada comida. Además del cepillado, utiliza el hilo dental para eliminar los
restos de alimentos entre dientes. También emplea el enjuague bucal para
eliminar la placa bacteriana que se forma en los dientes.
• Sigue una dieta equilibrada rica en frutas,
verduras y cereales integrales. Una persona bien alimentada tiene un aliento
fresco. Además, si consumes fibra evitas el estreñimiento y el cuerpo elimina
todas las toxinas acumuladas. No comas ajo ni cebolla crudos; si lo haces,
degusta un grano de café o mastica perejil crudo para contrarrestar el mal
olor.
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