Por
otra parte, la pérdida del control de peso es muy frecuente cuando unos
inofensivos kilos de más superan el margen previsto para el peso corporal ideal
de cada individuo. Si bien es cierto que un sobrepeso no necesariamente implica
obesidad, no prestar atención a la balanza suele ser el comienzo de un problema
que podría evitarse. Asimismo, la obesidad es de origen multifactorial: herencia,
edad, tipo de actividad, son condicionantes para el desarrollo de tejido graso,
pero el factor que destaca entre todos por lo perjudicial de su efecto y por la
posibilidad de actuar sobre él, es el estilo de alimentación. El desequilibrio
entre la cantidad de energía que ingerimos y la que realmente utilizamos y la
alimentación con alto contenido graso y pobre en fibras (frutas, verduras,
cereales integrales), son factores determinantes en el desarrollo de la obesidad.
Kilos de más que deforman la figura
La obesidad es una enfermedad asociada con la
alimentación, que además de generar trastornos a nivel orgánico, influye
negativamente en la silueta y la salud mental de quien la padece. El exceso de
peso se traduce literalmente en una deformación de la figura corporal, con
consecuencias que intervienen directamente en las relaciones que establece la
persona obesa con su entorno laboral, social e incluso familiar. Aunque la
obesidad es ampliamente tratable, evitar una situación extrema puede ser la
mejor prevención para ciertos problemas psicológicos que se derivan de la
visión que tiene la persona obesa de sí misma.
En la actualidad, los médicos y
nutricionistas utilizan el “Índice de Masa Corporal” o IMC para determinar si
el peso corporal de una persona es el adecuado o no. Para ello aplican una
fórmula muy sencilla que consiste en dividir el peso actual (expresado en
kilogramos) por la altura elevada al cuadrado (expresada en metros). Esto es,
peso / estatura2. Se compara el resultado de la operación matemática
con una tabla, que indica un peso normal o ideal para valores comprendidos
entre 20 y 25. Por debajo de 20 existe riesgo de desnutrición o mala
alimentación, mientras que por encima de 25 se registra un exceso de peso que
puede ir desde sobrepeso hasta obesidad mórbida (valores superiores a 35). Por
ejemplo, si pesas 82 kilos y mides 1,85 metros, la fórmula aplicable es: 82 /
1,852 = 82 / 3,4225 = 23,95; este valor indica que tu peso es
normal.
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