Si se practica con constancia, la actividad aeróbica fortalece el sistema
cardiovascular (corazón y pulmones) y mejora la circulación sanguínea. De esta
forma se consigue normalizar la presión arterial y disminuir notablemente el
riesgo de padecer trastornos coronarios. Por otro lado, los ejercicios
aeróbicos tonifican los músculos y permiten una pérdida de peso sostenida y
efectiva. En la actualidad, no existe ningún programa dietario serio que no
sugiera este tipo de actividad. Mientras más resistencia aeróbica tenemos, más
fuerte, sano y esbelto lucirá nuestro cuerpo.
Claves para un cuerpo delgado y músculos firmes
Uno de los problemas estéticos que más afecta a las personas cuando
bajan de peso es la flaccidez muscular, conocida comúnmente como el problema de
las "carnes flojas". A decir
verdad, conseguir músculos firmes es todo un desafío cuando el cuerpo recupera
su peso normal. Y aunque muchas personas desean recuperar su cuerpo de un día
para otro, la realidad demuestra que el exceso de peso es el resultado de una
prolongada vida sedentaria, carente de ejercicios físicos y con una dieta
totalmente desequilibrada. A pesar de ello, existen dos principios
fundamentales que favorecen la eliminación de los kilos de más, eliminando la
flaccidez muscular y mejorando el nivel de salud general del cuerpo:
En primer lugar, los ejercicios aeróbicos o con movimientos rítmicos y rápidos ayudan notablemente a afirmar las carnes (músculos) en las distintas partes del cuerpo, como así también los ejercicios abdominales, las flexiones de brazo y los movimientos de piernas (skippings y saltos suaves). Eso sí, es necesario comenzar con rutinas breves y evitar los movimientos bruscos, pues los resultados pueden volverse en contra.
En segundo lugar, los alimentos que integren la dieta cotidiana deben estar libres de grasas, sin productos químicos ni azúcares industriales. Evitar la famosa “comida basura” es un buen comienzo para tratar de modificar la estética del cuerpo, al mismo tiempo que se incorporan una mayor cantidad de frutas, verduras y cereales a la alimentación de todos los días.
En primer lugar, los ejercicios aeróbicos o con movimientos rítmicos y rápidos ayudan notablemente a afirmar las carnes (músculos) en las distintas partes del cuerpo, como así también los ejercicios abdominales, las flexiones de brazo y los movimientos de piernas (skippings y saltos suaves). Eso sí, es necesario comenzar con rutinas breves y evitar los movimientos bruscos, pues los resultados pueden volverse en contra.
En segundo lugar, los alimentos que integren la dieta cotidiana deben estar libres de grasas, sin productos químicos ni azúcares industriales. Evitar la famosa “comida basura” es un buen comienzo para tratar de modificar la estética del cuerpo, al mismo tiempo que se incorporan una mayor cantidad de frutas, verduras y cereales a la alimentación de todos los días.
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