Cuando
un músculo permanece parcialmente contraído, se desarrolla un estado anormal de
contracción prolongada llamado contractura. La contractura y la tensión
muscular crónica no sólo acortan el músculo, sino que también lo hacen menos
elástico, fuerte y capaz de absorber el impacto y el estrés de diversos tipos
de movimiento. Consecuentemente, una tensión muscular inmoderada puede producir
una tirantez muscular excesiva. Aquí también el sentido común indica que la
mayoría de los remedios apropiados para semejante desarreglo tendrían por
objeto facilitar la relajación muscular, practicándose a continuación algún
tipo de estiramiento. De ahí la importancia de una sesión de ejercicios de
flexibilidad para promover la relajación muscular.
Tres ejercicios de stretching para un cuerpo más ágil
Hombros
y tórax:
Parados/as, con el cuerpo recto, separa las piernas a la altura de los hombros.
Ubica los brazos detrás del tórax sujetándonos con ambas manos. Trata de
estirar los brazos lo más que puedas hacia atrás y hacia arriba, a la altura de
la nuca. Rota el tronco todo lo que puedas hacia un lado y después hacia otro.
Repite varias veces.
Abdomen: Acostado/a boca abajo, debes
colocar las piernas bien juntas y extendidas. Los brazos a ambos costados
semiflexionados y luego debes levantarte hasta que queden extendidos. Sostener
unos segundo y volver a bajar el cuerpo.
Muslos: Este ejercicio es muy utilizado
en competencias de atletismo, como por ejemplo antes de iniciar un maratón.
Parado/a y en posición recta, utiliza el brazo izquierdo como apoyo, mientras
flexionas la pierna derecha sujetando el empeine con la mano derecha. Trata de
tocar el glúteo con el talón. Luego cambia la posición de las piernas y manos.
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