El arte chino del Feng Shui propone una forma de organización de los objetos que favorece y potencia nuestra propia energía corporal. El lugar de trabajo, como por ejemplo el escritorio, puede definir claramente el éxito o fracaso laboral y profesional. Aunque parezca increíble, una mala disposición de las herramientas de trabajo puede generar la falta de voluntad para cerrar un contrato, impedir un aumento de sueldo o transformar una idea creativa en algo sin sentido.
En
principio, limpiar y ordenar el espacio de trabajo promueve el estímulo mental
y contribuye al desarrollo de pensamientos claros y coherentes. Desde un punto
de vista psicológico, el desorden exalta la mente, favorece los estados
depresivos y produce irritabilidad. Esto se debe principalmente a que la
desorganización en el ámbito laboral implica necesariamente un trabajo
pendiente por hacer o terminar. En este sentido, la energía vital o chi se
disipa ante un estado de desorden y no permite optimizar el tiempo de trabajo.
Nuestra capacidad laboral disminuye notablemente y puede general conflictos en
cuanto a la productividad y eficiencia.
Consejos para transformar
tu lugar de trabajo
• Conserva
el escritorio tan limpio como puedas. Si prescindes de lo que no utilizas y
sólo dejas a mano aquello que necesitas para trabajar, podrás concentrarte
mejor en lo que debes hacer.
• Acostúmbrate
a guardar los papeles cuando hayas acabado de trabajar con ellos. No dejes que
se acumulen en el suelo. Este suele ser el principio de un gran desorden.
• Cuando
un nuevo trabajo llegue a tu escritorio, decide qué hacer con él
inmediatamente. Programa tu agenda de trabajo estableciendo prioridades y no
dejes innecesariamente labores pendientes. Si puedes hacer algo hoy, pues no lo
dejes para mañana. Recuerda que no siempre contarás con el tiempo necesario
para decidir cuándo hacer las cosas.
• Coloca
un cesto de basura cerca del escritorio, para deshacerte rápidamente de aquello
que ya no te sirve. No acumules papeles que no tienen sentido, ya que es un
claro síntoma de estancamiento.
• Dedica
tiempo periódicamente para examinar todos los documentos y papeles archivados.
Deshazte de todo lo que haya caducado o ya no sea necesario. Es muy común
guardar cosas con la idea de emplearlas en el futuro, aunque inicialmente
reconozcas que es improbable que vuelvas a utilizarlas.
Organiza tu tiempo y disfruta más la vida
El
tiempo del trabajo debe estar perfectamente equilibrado con el tiempo del
descanso y la recreación. De no ser así, el trabajo puede convertirse en una
actividad tediosa, monótona y aburrida. Por eso es necesario organizar el
tiempo de manera que puedas dedicarte a disfrutar los placeres que te ofrece la
vida. Intenta siempre separar las obligaciones laborales de los compromisos
familiares o sociales. Para ello, prográmate tiempo para ti mismo; periodos del
día en los que sabes que no estarás vinculado al trabajo. Es una excelente
práctica dedicar momentos del día para trabajos e ideas creativos, o simplemente
para sentarte en silencio e inundar tu cuerpo y tu mente de energía.
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