viernes, 14 de febrero de 2014

Alimentos tentadores pero poco recomendados



Es inevitable asociar los alimentos más ricos y sabrosos con los menos saludables y perjudiciales para la salud. La realidad demuestra que el sabor artificial de ciertos productos genera una mayor simpatía al paladar que los aromas y sabores que la naturaleza nos provee. Por eso es preciso recuperar la capacidad de la boca para sentir el gusto exquisito y natural de los alimentos frescos. Además, los alimentos pesados sólo generan un placer transitorio, ya que una vez que ingresan al cuerpo, el aparato digestivo debe realizar una tarea sumamente compleja para procesarlos y obtener así nutrientes útiles para hacer frente a las funciones orgánicas y fisiológicas.
En este sentido, debes identificar los denominados alimentos “malos” para restringir su consumo y reemplazarlos por otros más saludables y nutritivos. Para ello reduce el consumo de carnes rojas, productos lácteos enteros y comidas fritas. Procura reemplazar la sal y los aditivos artificiales (mostaza, mayonesa, ketchup, salsa golf, etc.) por hierbas y especias frescas. Evita, además, todos los alimentos que contienen aditivos, colorantes y conservantes, como los instantáneos, precocidos, enlatados y deshidratados. Los productos ahumados, embutidos y procesados también son nocivos para la salud, ya que contienen enormes cantidades de grasa y azúcar, pero escasa cantidad de nutrientes esenciales (como vitaminas y minerales).

Alimentos que llenan, pero no alimentan

Al igual que los alimentos ricos en grasas y azúcares, existen otros que aportan calorías vacías que sólo se acumulan en el cuerpo, restando energía y ofreciendo una fugaz sensación de placer. Tal es el caso de la cafeína, incluida en el café, té, preparados de cacao y ciertas bebidas gaseosas. Por eso debes limitar su consumo reemplazándola por jugos de frutas, infusiones de hierbas y batidos naturales. Las bebidas calientes sin cafeína (como la malta o cebada torrada) son excelentes sustitutos del café, y pueden acompañarse con leche descremada.
Por otro lado, debes moderar el consumo de alcohol, sobre todo de aquellas bebidas que poseen una importante graduación alcohólica. El alcohol, en exceso, es altamente nocivo para la salud y puede llegar a producir una adicción fatal. Además, su valor energético es alto en oposición a su nulo aporte de nutrientes. De ahí que, los bebedores de cerveza u otras bebidas cargan consigo una visible cantidad de grasa acumulada, principalmente en la zona del abdomen.

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