viernes, 14 de febrero de 2014

Comida y salud: Secretos para estar siempre bien



Las obligaciones laborales y el ritmo de vida actual no siempre permiten que te alimentes de manera adecuada. Pero a diferencia de lo que la mayoría cree, comer sano no tiene porque convertirse en un problema: la base de la comida sana y natural es la sencillez. Lo primero que debes hacer es descubrir cuáles son los alimentos más saludables, luego aprender qué clase de preparados se ajustan a tus horarios de comidas, para finalmente planificar una dieta integral que puedas seguir sin ningún problema. Es así como un inicial cambio de hábitos se convierte en un nuevo estilo de vida, más sano y natural.
A los fines prácticos, se han establecido diferencias entre alimentos “buenos” y alimentos “malos”, distinguidos unos de otros de acuerdo a sus efectos en la salud del organismo. De esta forma es mucho más fácil comenzar una nueva dieta, ya que en principio sólo deberías eliminar a los alimentos “malos”. También las técnicas de cocción determinan la calidad de un alimento; así, a diferencia de hervir o fritar, cocer al vapor, cocinar al grill u hornear, se presentan como las formas más sanas para preparar un alimento.  Además, la mayoría de los alimentos sanos no requieren mucho tiempo de cocción y se pueden combinar en platos nutritivos y sabrosos. 

Alimentos “buenos”: Saludables en todo sentido 

Toda dieta sana debe incluir al menos una serie de alimentos pertenecientes a tres grupos básicos. En primer término, debes procurar un elevado consumo de frutas y verduras frescas, tanto como ingrediente de un plato principal o como parte única de un tentempié (por ejemplo, puedes consumir una manzana entre el desayuno y el almuerzo). Segundo, tu dieta debe incluir una significativa cantidad de carbohidratos complejos (almidón) distribuidos entre las pastas, arroz integral, pan integral, avena, patatas y toda clase de cereales. En este sentido, la combinación de este grupo con el primero constituye la base de una comida sana; tal es el caso de un plato de arroz integral con verduras cocidas al vapor. Y, tercero, consume proteínas de buena calidad, como carne blanca sin grasa, pescado, frutos secos, legumbres y derivados de la soja.
Por otra parte, no debes eliminar por completo el consumo de grasa, ya que es necesaria para determinadas funciones esenciales del organismo. El secreto para evitar sobrepeso y problemas cardíacos está en consumir poca cantidad sin descuidar la calidad. Así, puedes inclinarte por los aceites vegetales (como oliva, maíz o girasol), algunos frutos secos y pescado azul (ricos en aceites grasos altamente saludables). Además, puedes emplear condimentos naturales (hierbas frescas o secas, limón, vinagre y aceite) para resaltar el sabor de tus comidas. Y por último, debes beber abundante agua mineral fuera de las comidas (de ocho a diez vasos por día).

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