La meditación es un aspecto fundamental para conservar la calma y potenciar la concentración mental. Además permite actuar con cordura en situaciones límites. Aprender a meditar te asegura una vida llena de plenitud y libre de tensiones y preocupaciones innecesarias, que solo afectan tu salud
Como todas las cosas, existe un método adecuado para adquirir el hábito de la
meditación. Lo primero que debes considerar es aprender a "poner la mente
en blanco". Intenta esta práctica en el momento de dormir, y estando ya en
la cama. Además te ayuda a conseguir un sueño placentero, lo que permite
recuperar energía para la jornada siguiente.
El segundo punto es la "respiración profunda y consciente". Respirar profundamente contribuye a purificar el cuerpo. Comienza a respirar en lugares abiertos y al aire libre (un parque, una montaña) y en una posición descansada pero firme. La posición de yoga es muy buena para aprender a respirar correctamente. Ésta consiste en sentarse con las piernas cruzadas apoyando los antebrazos sobre las rodillas, mientras se mantienen los ojos cerrados pensando en algo agradable, inhalando de manera consciente el aire por la nariz y expulsándolo por la boca lentamente.
Finalmente, la "relajación muscular" es el aspecto que permite distenderte y liberar tensiones. Recomendada para combatir el estrés laboral y adquirir flexibilidad y resistencia muscular, la relajación contribuye, junto con la respiración profunda y la meditación, a cultivar una personalidad calma y controlada (no reprimida).
El segundo punto es la "respiración profunda y consciente". Respirar profundamente contribuye a purificar el cuerpo. Comienza a respirar en lugares abiertos y al aire libre (un parque, una montaña) y en una posición descansada pero firme. La posición de yoga es muy buena para aprender a respirar correctamente. Ésta consiste en sentarse con las piernas cruzadas apoyando los antebrazos sobre las rodillas, mientras se mantienen los ojos cerrados pensando en algo agradable, inhalando de manera consciente el aire por la nariz y expulsándolo por la boca lentamente.
Finalmente, la "relajación muscular" es el aspecto que permite distenderte y liberar tensiones. Recomendada para combatir el estrés laboral y adquirir flexibilidad y resistencia muscular, la relajación contribuye, junto con la respiración profunda y la meditación, a cultivar una personalidad calma y controlada (no reprimida).
Cómo entrenar la memoria
La memoria está preparada para almacenar todo
lo que necesitamos recordar. La clave para que funcione consiste en una buena
selección y mucha concentración.
Para comenzar a entrenar la memoria es importante saber seleccionar la información que se recibe a diario. Trata de separar lo fundamental de lo superfluo.
Un ejercicio que mejora el nivel de concentración consiste en retener en la mente un determinado objeto, eliminando todo lo demás. Imagina cada detalle y, si otro pensamiento interfiere, descansa un poco e inténtalo nuevamente. Notarás que cada vez te cuesta menos fijar tu atención en algo cuando lo necesitas.
La lectura es otro ejercicio eficaz para retener pensamientos. Cuando termines algún libro trata de hacer un resumen mental de la obra. Quienes estudian y necesitan fijar datos en su memoria deben recordar que las situaciones de estrés, las preocupaciones, las obsesiones, el exceso de ruido, los dolores de cabeza o la falta de horas de sueño atenta contra una buena concentración.
Considera que una mala memoria puede jugarte en contra a la hora de recordar lo realmente importante. Con pocos minutos diarios y buena voluntad es posible potenciar la concentración y sacarle el máximo provecho.
Para comenzar a entrenar la memoria es importante saber seleccionar la información que se recibe a diario. Trata de separar lo fundamental de lo superfluo.
Un ejercicio que mejora el nivel de concentración consiste en retener en la mente un determinado objeto, eliminando todo lo demás. Imagina cada detalle y, si otro pensamiento interfiere, descansa un poco e inténtalo nuevamente. Notarás que cada vez te cuesta menos fijar tu atención en algo cuando lo necesitas.
La lectura es otro ejercicio eficaz para retener pensamientos. Cuando termines algún libro trata de hacer un resumen mental de la obra. Quienes estudian y necesitan fijar datos en su memoria deben recordar que las situaciones de estrés, las preocupaciones, las obsesiones, el exceso de ruido, los dolores de cabeza o la falta de horas de sueño atenta contra una buena concentración.
Considera que una mala memoria puede jugarte en contra a la hora de recordar lo realmente importante. Con pocos minutos diarios y buena voluntad es posible potenciar la concentración y sacarle el máximo provecho.
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