El
entrenamiento con pesas constituye además la base principal de algunos deportes
como el culturismo, powerlifting y halterofilia, y se emplea como un
complemento para desarrollar fuerza y potencia en la mayoría de las actividades
deportivas.
La
fuerza y la resistencia son las dos capacidades físicas que más se perfeccionan
con el levantamiento de pesas. Sin embargo, entrenar la resistencia
cardiovascular con actividades aeróbicas como la carrera, la natación, la
caminata y el ciclismo, constituye la mejor opción para fortalecer el corazón y
los pulmones. La flexibilidad también puede perfeccionarse con el entrenamiento
con pesas, aunque los ejercicios de estiramiento o stretching son los más
ideales para incrementar la agilidad y los movimientos corporales.
En
definitiva, una buena forma física se consigue combinando ejercicios con pesas
con actividades aeróbicas y sesiones de estiramiento dentro de un programa de
entrenamiento moderado y a largo plazo.
Existe
una relación directa entre el modo de entrenar con pesas y los resultados que
pueden obtenerse. Los dos principios generales son:
• Pocas
repeticiones/alto peso = fuerza y volumen muscular
• Muchas
repeticiones/bajo peso = resistencia y definición muscular
En el
caso del entrenamiento de fuerza, los movimientos en el ejercicio deben ser
lentos y pausados, mientras que en la resistencia más rápidos pero sin inercia.
En ambos casos la respiración debe ser profunda y consciente.
Pesas y deportes
El
entrenamiento con pesas puede realizarse como un complemento de otras
actividades. Así, un deportista entrena para desarrollar los elementos de forma
física que adquiere en su propio deporte. Por ejemplo, los corredores
entrenarán para desarrollar resistencia muscular en los brazos mientras que los
ciclistas trabajarán la resistencia del tronco para retrasar la aparición de
fatiga.
A la
hora de encarar un plan de ejercicios con pesas, tanto deportistas aficionados
como profesionales, necesitarán considerar tres claves que los ayudarán a sacar
el máximo rendimiento posible. Para ello deberán:
• Analizar
las exigencias del deporte.
• Analizar
los puntos fuertes y los puntos débiles.
• Trabajar
los puntos débiles. Aunque es más costoso trabajar una zona muscular débil
frente a una fuerte, lo cierto es que una cadena es tan fuerte como lo es su
eslabón más débil, y corregir las deficiencias evitará que se corte la cadena.
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