Entre las afecciones cardiovasculares relacionadas con el colesterol se encuentra la "arterioesclerosis", que se produce a partir del bloqueo arterial por depósito de grasa en las paredes de los vasos sanguíneos. Por ello es importante controlar el colesterol a partir de la organización diaria de la alimentación.
COLESTEROL BUENO Y MALO
Existe un colesterol bueno y uno malo, que se relaciona con la circulación del mismo por las arterias; las encargadas de transformarlo son las lipoproteínas.
Las LDL o proteínas de baja densidad son aquellas que transportan la grasa del hígado a los tejidos para ser almacenadas, dando por resultado un colesterol malo.
Las HDL o proteínas de alta densidad llevan la grasa de los tejidos al hígado para quemarla y tienen un efecto protector, impidiendo la formación de depósitos en los vasos sanguíneos, llamado colesterol bueno. Muchas veces no es indispensable que las arterias estén obstruidas para crear un problema. Los depósitos de colesterol malo pueden dividirse y viajar por el torrente sanguíneo, tapando regiones diferentes a las del corazón.
Además de la alimentación, existen otros factores que influyen en el acrecentamiento del colesterol, y son:
- La herencia: teniendo en cuenta antecedente de un familiar con hipertensión, diabetes o enferemedades coronarias, el riesgo de padecer colesterol alto es mayor.
- La edad: el paso de los años aumenta el índice de colesterol.
- El sexo: en las mujeres hasta la edad en que aparece la menopausia, y en el hombre a partir de los 45 años.
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ALIMENTOS PERMITIDOS
Una adecuada alimentación natural complementada con una actividad física habitual moderada, son las claves para controlar los índices de colesterol. Respecto a los alimentos, se recomienda consumir:
- Las grasas "poliinsaturadas", de origen vegetal, ya que moderan el colesterol.
- Las grasas "monoinsaturadas" cuyo máximo exponente es el aceite de oliva. Se puede reemplazar la mayonesa común por la de oliva.
- La manzana inhibe el colesterol ya que posee pectina.
- La clara de huevo.
- Las almendras, avellanas y nueces.
- Todas las verduras y frutas.
- Las berenjenas poseen fibra que retiene las grasas y el colesterol, obstruyendo la absorción.
- Quesos blancos y lácteos desnatados (descremados), aportan calcio y protegen de las enfermedades coronarias.
- El consumo de legumbres y cereales integrales es indispensable para conservar la salud.
"Debes tener
muy en cuenta el peso corporal, ya que una alimentación equilibrada acompañada de ejercicio físico, te ayudará a mantener los niveles de colesterol en orden."
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