La
dieta vegetariana constituye una auténtica filosofía de vida y, según ciertos
estudios científicos, parece ser que los vegetarianos viven más y tiene menos
riesgo de padecer enfermedades crónicas como las personas que consumen carne.
Así y todo, las aparentes limitaciones de esta alimentación suelen producir
algunas carencias de nutrientes esenciales. Para evitarlas, nada mejor que
planificar “una dieta vegetariana equilibrada”.
De todo un poco
La
clave para seguir una dieta vegetariana rica en nutrientes consiste en
incorporar variedad de alimentos: todo tipo de cereales integrales (arroz,
avena, cebada, maíz, trigo), legumbres, verduras, frutas, frutos secos y
semillas, además de productos lácteos y huevos para los vegetarianos no estrictos.
En realidad esta dieta es ideal para cualquier persona, aunque un moderado
consumo de carne cubre las necesidades de proteínas diarias sin ningún
problema.
La
falta de proteínas puede producir ansiedad, pero las personas adultas sanas no
requieren más de 50 g de proteínas diarias. Sin embrago, debe incrementarse la
dosis proteica en la adolescencia, el embarazo, la lactancia y durante los
períodos de estrés o cuando se practican actividades físicas intensas.
En la
dieta vegetariana las proteínas se obtienen de las legumbres, los cereales, las
semillas y los frutos secos. Pero la dosis proteica puede ser incompleta ya que
cada uno de estos alimentos no posee todos los aminoácidos esenciales que el
cuerpo necesita diariamente.
Para
evitar un déficit en la calidad de proteínas, se aconseja comer varios de estos
alimentos combinados o bien consumir huevos, leche o productos lácteos, que
aportan todas las proteínas necesarias.
Para
los vegetarianos estrictos se hace realmente difícil obtener todos los nutrientes
que el cuerpo necesita, por eso se recomienda que tomen complementos de
vitaminas (B12, A y D) y minerales (zinc, hierro y cobre) bajo prescripción
médica. También pueden consumir comprimidos de espirulina, una bacteria
acuática súper completa en proteínas de alto valor biológico. De esa forma, el
cuerpo se asegura conservarse nutrido y sin carencias.
4 pautas alimentarias para
vegetarianos
• Consumir
alimentos integrales ya que aportan mayor cantidad de vitaminas y minerales que
los refinados. Reemplazar el azúcar blanco por la miel.
• Consumir
gran variedad de alimentos ricos en proteínas. Las necesidades proteicas son
diferentes para cada persona, sin embrago hay casos en que es necesario consumir
proteínas animales para evitar fatiga o pérdida de peso.
• Evitar
un consumo excesivo de salvado o productos a base de trigo sin levadura, ya que
impiden la absorción de minerales como el calcio, el magnesio y el zinc.
• Consumir
diariamente al menos cinco raciones de frutas y verduras frescas. No beber té o
café durante las comidas.
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