A quien no se le hace agua a la boca con sólo imaginarse el sabor exquisito de un helado con mucha crema, frutas tropicales y bañado en chocolate. El deseo de saborear un rico helado se hace prácticamente irresistible y es muy difícil decir “no” a tremendo manjar cuando se debe cuidar la silueta.
Hay que
tener en cuenta dos cosas respecto a este alimento:
Por un lado, el helado contiene:
• Vitamina
A
• Vitamina
B2 (riboflavina)
• Vitamina
B12
• Calcio
Por otro
lado, el helado es:
• Un
alimento con alto contenido de azúcar.
• Un
alimento que contiene una gran cantidad de grasas saturadas (de origen animal).
Por lo tanto,
el valor nutricional que contiene el helado varía según la cantidad de leche o nata
(crema) que éste posea. Si bien la leche y la nata contienen vitaminas y
calcio, también contienen un porcentaje considerable de grasas saturadas que
son perjudiciales para el cuerpo en exceso. Además de leche y nata, el helado
posee azúcar, emulsificantes, estabilizantes que permiten que dure más tiempo,
y saborizantes para realzar su sabor.
Sin
embargo, el helado a pesar de tener mala reputación es un alimento nutritivo
por su aporte de Vitamina A, B2 y B12, además de calcio que es fundamental para
que los dientes y huesos se mantengan fuertes y sanos. Por otro lado, contiene proteínas
de alto valor biológico (provenientes de la leche). Todo ello lo convierte en
un alimento muy calórico, por lo que su consumo siempre debe ser moderado.
Helado de “calidad”
El
helado en su composición puede clasificarse según su contenido de grasa que va del
5% al 15%. Si se está por debajo del 5% no se considera helado, sino “postre congelado”. Esto cabe destacarlo
porque en la actualidad hay postres congelados que tienen un sabor muy similar
al helado pero contienen hasta menos del 1% de grasas.
Cuando
un helado es de primera calidad es porque tiene más cantidad de grasa, no es demasiado
oreado como los industriales y es saborizado con frutas naturales. Por otro
lado, el helado de leche posee solo la grasa de la misma pero puede suceder
también que no contiene grasa de leche sino grasa vegetal.
El
consumo excesivo de grasas saturadas puede ocasionar problemas relacionados con
el corazón. Por ello, es bueno elegir helados bajos en grasas y consumirlos
moderadamente. Si al helado se le agregan frutas frescas, se obtiene un plato
excelente desde el sabor y la nutrición.
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