viernes, 9 de mayo de 2014

Lo que debes saber sobre el "ahumado"



El ahumado es una técnica de conservación alimenticia y de sabor culinario, que consiste en someter alimentos a una fuente de humo proveniente de fuegos realizados de maderas de poco nivel de resina. Además de dar “sabores ahumados” sirve como conservador alargando el tiempo de conservación de los alimentos.
Existen dos tipos de ahumados: en frío y en caliente. En frío, el proceso dura aproximadamente de 24 a 48 horas (dependiendo del alimento) y no debe superar los 30 °C; en caliente, la temperatura debe ser mayor a los 60 °C y no superar los 75 °C. Se recomienda realizar primero el ahumado en frío y, luego, en caliente.
Esta forma de preservación de alimentos proviene de épocas remotas; posiblemente por casualidad se descubrió que los alimentos que colgaban por encima de los fogones que se utilizaban para calefacción, y se cocinaban, duraban más que los que no estaban en contacto con el humo. Este proceso de preservación se podría comparar con el salado para preservar el alimento; básicamente, se les quita la humedad a los alimentos y se les transfieren sabores.

Entre los alimentos ahumados encontramos:
• Embutidos: pecho del cerdo como la tocineta, panceta, jamón, chorizos, chuleta poerca hirams, etc. En el caso de la vaca: cecina, el Pastrami.
• Quesos: como el queso de Gamonedo, el ahumado de Áliva (Quesucos de Liébana), Queso San Simón da Costa, una variedad del Ragusano italiano, el damski polaco o el räucherkäse alemán.
• Pescados: Salmón ahumado, Kipper.
• Cervezas: Rauchbier.
• Tés: Lapsang souchong.
• Whiskies: Whisky escocés (algunas marcas)
• Condimentos: sal ahumada, pimentón, etc.
• Chuleta.

Los alimentos ahumados poseen ciertos peligros que pueden afectar a la salud, debido a los productos químicos utilizados para ayudar a ahumarlos, por lo que es imprescindible limitarlos dentro de la dieta. Una óptima nutrición puede prescindir de todos los productos ahumados, y de esa manera protegemos a nuestro organismo. Los principales riesgos pueden ser:
ALTA DOSIS DE SODIO: El proceso de ahumado del pescado o de la carne añaden un montón de sodio (sal) a la comida, a veces a través de la curación y antes del ahumado, como sucede con el pescado en salmuera o la carne ahumada. Esto puede provocar hipertensión y enfermedad renal crónica; con el tiempo, el consumo elevado de sal puede elevar el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca o un accidente cerebro vascular.
INTOXICACIÓN ALIMENTARIA: Los alimentos ahumados, como la carne o el pescado presentan el riesgo de provocar una intoxicación alimentaria, como la listeriosis, una infección bacteriana que puede aparecer en los alimentos que se conservan  por largos períodos de tiempo. También puede suceder en las carnes procesadas como las salchichas, que cuando no se calientan  adecuadamente,  pueden contener bacterias dañinas, como la salmonella, que  puede prosperar en la carne ahumada o carne seca.
CONTENIDO EN NITRATOS Y NITRITOS: Muchas variedades de carnes ahumadas y curadas contienen nitratos y nitritos, que se utilizan para conservar la carne y evitar que las bacterias dañinas se multipliquen, pero pueden aumentar el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer. A su vez, el nitrato de sodio  puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades del corazón, daño a los vasos sanguíneos y afectar a la manera en que el cuerpo produce azúcar en la sangre, lo que puede elevar el riesgo de padecer diabetes.
RIESGO DE CÁNCER: Varios estudios vincularon el consumo de alimentos ahumados con un mayor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, como el realizado en 2007 por científicos de la Escuela Arnold de Salud Pública de la Universidad de Carolina del Sur (Estados Unidos), que  encontró que las mujeres post-menopáusicas que llevan una dieta rica en carne ahumada y asada, tienen un mayor riesgo de sufrir cáncer de mama.

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