Un encurtido de salmuera se puede producir mediante el añadido de sal. Por ejemplo, el sauerkraut y el kimchi coreano, ambos se producen por salazón de vegetales con el motivo de quitar el exceso de agua. El proceso de fermentación natural, a temperatura ambiente, mediante acción de la bacteria del ácido láctico requiere de un medio ácido. Otros encurtidos se elaboran mediante la inmersión del mismo en vinagre. A menos el proceso de envasado, el encurtido que incluye la fermentación requiere que el alimento no sea completamente esterilizado antes de ser sellado. Debe pensarse que la acidez o salinidad de la solución, la temperatura de fermentación, la exclusión de oxígeno durante el proceso darán el resultado final de sabor del producto, debido en parte a la dominancia de unos microorganismos frente a otros. Además se agregan condimentos fragantes para neutralizar un poco la fragancia picosa del vinagre. Existen algunas variaciones de la preparación en la cual se agrega azúcar o algún otro ingrediente para condimentar. También hay encurtidos de fruta que se sumergen en soluciones azucaradas con aromatizantes como la canela, la mostaza o el eneldo. Las especias permiten también a las verduras encurtidas conservar un olor agradable y más fuerte que el del vinagre que se usó para su conservación.
El consumo de encurtidos no está condenado en una nutrición sana, sólo que debe hacerse de manera limitada. Los condimentos y el vinagre pueden producir irritación en las mucosas del estómago, y el exceso de sodio (sal) en el preparado puede generar problema de presión arterial y retención de líquidos. Son una buena alternativa para conservar los alimentos y pueden servir como una excelente guarnición para acompañar carnes grilladas. Entre consumir una verdura encurtida y una cocida al vapor, conviene elegir la última opción, por una cuestión de salud.
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