• Bebe leche antes de acostarte. Esto te ayudará a prevenir los
calambres nocturnos. También puede optar por preparar la siguiente bebida: dos
cucharadas de miel, un vaso de leche entera y el jugo de un limón. Disuelve la
miel en la leche tibia y luego agrega el limón.
• Aprovecha los beneficios de la manzanilla: mezcla unas pocas gotas
diluidas de aceite de la hierba con una cucharada de girasol. Masajea la zona
afectada.
• Aplica masajes sobre la zona del calambre. Para ello mezcla una
cucharada de aceite de girasol con siete gotas de aceite esencial de clavo de
olor. Masajea a lo largo del músculo hasta que se calme el dolor.
• Coloca una toalla caliente en la zona afectada, hasta que comiences a
sentir cierto alivio. Repite cinco veces cada cinco minutos y luego trata de
mover el músculo suavemente hasta que el calambre haya cedido por completo. Es
un aliciente muy eficaz pero es también debes probar remedios para prevenir los
calambres evitando así que vuelvan a aparecer.
• Busca el centro del dolor y presiona firmemente con el pulgar,
mientras tratas de estirar la zona muscular. Una técnica muy sencilla para
salir del paso rápidamente. Es ideal aplicarlo durante una práctica deportiva.
• Una alternativa fitoterapéutica consiste en aplicar tintura de mirra
de la siguiente forma: fricciona con ella el músculo afectado o espárcela con
un paño caliente. Puedes conseguir esta tintura en una casa dietética o una
tienda especializada en hierbas y productos medicinales naturales.
• Para calambres en las
piernas realiza un baño de inmersión en los pies: durante 15 minutos cocina un
puñado de hojas de nueza en tres litros de agua y luego emplea el preparado tibio
para el baño. En caso de que los molestos calambres persistieren, alterna con
baños preparados con dos puñados de salvado y otro con dos de hojas de nogal.
• Para combatir calambres
nocturnos, bebe tres veces al día el siguiente preparado: dos cucharadas de
vinagre de sidra mezclado con un vaso de agua.
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