Para
modificar un problema de mala digestión o indigestión es preciso tener en
cuenta algunos puntos. Primero, hay que ser conscientes de que es necesario
adoptar una conducta diaria y permanente a la hora de sentarse a comer. Se
deben dejar de lado los atracones de comida y la mala combinación de alimentos
que se dan en la mesa. Lo mejor es adoptar un “estilo de vida" basado en
una alimentación natural y ampliamente balanceada que nos asegure un estado de
salud óptimo y con un peso corporal adecuado.
También es preciso equilibrar la ingesta de alimentos, revisando si los que consumimos están bien o mal y si la proporción diaria es la adecuada. En este sentido debemos alimentarnos de acuerdo a los porcentajes de nutrientes necesarios para nuestro cuerpo, y sin contar calorías o privarnos del placer de saborear determinados alimentos.
También es preciso equilibrar la ingesta de alimentos, revisando si los que consumimos están bien o mal y si la proporción diaria es la adecuada. En este sentido debemos alimentarnos de acuerdo a los porcentajes de nutrientes necesarios para nuestro cuerpo, y sin contar calorías o privarnos del placer de saborear determinados alimentos.
Causas de una mala digestión
• Insuficiente
masticación: La
masticación cumple una función muy importante en el proceso digestivo, ya que
una buena digestión comienza en la boca. Si no se mastica bien, se perjudica la
digestión y se reduce la eficacia de las otras etapas del proceso digestivo.
Normalmente se come tan rápido que se olvida masticar adecuadamente los
alimentos.
• Exceso
de comida: Es
muy común comer de más sin reparar en el enorme trabajo que deben hacer los
órganos de aparato digestivo para procesar el exceso. Cuanto más comemos, el
sistema digestivo tiene menos posibilidades de hacer una digestión completa.
• Beber
mucho líquido con las comidas: El líquido diluye las secreciones (ácido, enzimas digestivas y bilis)
que son las responsables del proceso digestivo. La dilución de estas
secreciones perjudica la eficacia de la función que cumplen e interrumpe el
proceso digestivo. Por eso no es recomendable beber en las comidas.
• Comer
antes de acostarse:
Los procesos digestivos dejan de funcionar hacia el final del día, por lo que
comer a última hora es una causa común de problemas digestivos. Las cenas
copiosas son una causa segura de un mal sueño.
• Estrés
y tensiones:
Comer con los nervios de punta o preocupados es un muy mala idea. Se ha
demostrado que el estrés perjudica el proceso digestivo y ocasiona serios
trastornos estomacales y hepáticos.
• Escasez
de ácido estomacal o de secreción de enzima digestiva: Algunas personas no producen la
cantidad suficiente de ácido estomacal y/o enzimas digestivas que les permitan
hacer una digestión normal. En este sentido deben tomarse algunos recaudos
médicos.
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