Así es como el kickboxing ha pasado de ser un
arte marcial puro a una actividad aeróbica completa y entretenida. Porque a la
hora de decidirse por esta práctica, muchas personas consideran el enorme gasto
calórico que implican sus movimientos y ejercicios, lo que implica una
alternativa efectiva para quemar grasa.
Las clases de
kickboxing
La práctica de kickboxing está recomendada
para personas de distintas edades, que por lo general varían desde jóvenes
hasta de edad media, y tanto de sexo masculino como femenino. Las clases de
kickboxing han sabido ganar adeptos del sexo masculino en contraposición con
otras técnicas de gimnasia que sólo cuentan con un público casi exclusivamente
del sexo femenino, como generalmente sucede con la mayoría de las actividades
“aeróbicas”.
El acondicionamiento físico y la diversión son
los dos aspectos que hacen del kickboxing una actividad física ideal. A través
de una clase intensa de kickboxing, una persona con un peso promedio de 75
kilogramos puede llegar a gastar hasta 300 calorías en media hora de
entrenamiento.
Consejos útiles
A la hora de iniciar una práctica de kickboxing es útil que consideres ciertos puntos,
que te ayudarán a sacarle el máximo beneficio tanto físico como recreativo:
- La mayoría de las clases requiere que sus participantes posean niveles de fuerza, resistencia y flexibilidad de intermedio a avanzado. Por eso el kickboxing no está recomendado como primera actividad física para personas inactivas.
- Personas que sufren de alta presión, colesterol elevado, diabetes o historia familiar de problemas coronarios, deben consultar con su médico de cabecera antes de comenzar a asistir a estas clases. La misma recomendación está dada para fumadores, hombres mayores de 45 años y mujeres mayores de 55 años, o mujeres con menopausia prematura sin terapia de reemplazo hormonal.
- Todos los establecimientos deberían ofrecer una clase para principiantes, con el objeto de permitir que éstos se familiaricen con las técnicas básicas y sus fundamentos, lo que ayudaría a prevenir lesiones aumentando la conciencia corporal de los participantes y la correcta ejecución de los ejercicios.
- Es importante que, tanto los instructores como los alumnos, estén alertas y sepan identificar ejercicios de alto riesgo, ya sea para el formato y dinámica general de la clase, como para las limitaciones físicas de cada participante. Si el nivel de la práctica es superior al que puedes dar, pues debes consultarlo con el instructor y en última instancia abandonar la clase. De otra manera pueden aparecer lesiones graves.
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