Si eres
una persona interesada en hacer ejercicio con un entrenador personal, debes
conocer cuál es el procedimiento habitual que utiliza antes de comenzar con el
programa de entrenamiento:
Primero
concertará una entrevista contigo en donde te pedirá que llenes un cuestionario
con tu historia clínica, hábitos de ejercitación, metas y estilo de vida. Te
propondrá hacer una serie de exámenes para medir el porcentaje de grasa
corporal, fortaleza muscular, resistencia y capacidad aeróbica (corazón y
pulmones). Esta información será registrada en la carpeta del profesional y estará
disponible en cada sesión.
En
segundo lugar, tus necesidades y objetivos determinarán tu forma de proceder y
la del entrenador. Una guía profesional puede ser justo lo que tu necesitas
para aprender cómo obtener mejores resultados con un menor tiempo de
entrenamiento.
Finalmente, una vez que el entrenador personal haya determinado tu condición física, comenzará con las sesiones pautadas y periódicamente hará una evaluación del progreso obtenido. Pero nunca te olvides de asegurarte que has contratado un diplomado de la actividad física que te cobra por lo que realmente es; de ser necesario, pide recomendaciones de otros clientes.
Finalmente, una vez que el entrenador personal haya determinado tu condición física, comenzará con las sesiones pautadas y periódicamente hará una evaluación del progreso obtenido. Pero nunca te olvides de asegurarte que has contratado un diplomado de la actividad física que te cobra por lo que realmente es; de ser necesario, pide recomendaciones de otros clientes.
Cómo optimizar los recursos
Aunque contratar
un entrenador personal es cada vez más accesible, aún sigue siendo más caro que
la cuota de un gimnasio. Por eso, considera algunas sugerencias para abaratar
los gastos:
•
Comparte las sesiones con amigos o familiares. Consigue una o dos personas que
estén en tu mismo nivel de entrenamiento físico para poder compartir las
sesiones. En general muchos entrenadores cobran por sesiones y no por cantidad
de personas.
• Establece
las visitas con menor frecuencia. No necesitas estar con tu entrenador una vez
por semana para ver los resultados. Una vez por mes, y hasta por trimestre,
puede ser suficiente para evaluar y poner al día tu rutina.
•
Practica las actividades aeróbicas solo. No es necesario pagarle a alguien para
que te mire cómo corres por la cinta o andas en bicicleta. Utiliza las sesiones
para entrenarte en la fortificación y la flexibilidad de tus músculos y
articulaciones.
• Contrata
un entrenador de tu club o gimnasio. Averigua el precio de las sesiones con el entrenador
personal en tu gimnasio; si eres socio, seguramente obtendrás un descuento.
• Recuerda
aprovechar al máximo los servicios del entrenador personal. Un personal trainer
no sólo te indicará los ejercicios que realmente necesitas para mejorar tu
aspecto físico, sino que también te dará el impulso y el ánimo necesarios para
concretar tus objetivos.
*Una opción al entrenamiento personalizado consiste en tener una Guía Práctica que sirva para que puedas preparar tu propia rutina de entrenamiento. En este sentido sugiero dos libros excelentes que reemplazarán los servicios de un personal trainer:
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