miércoles, 6 de noviembre de 2013

Masajes milenarios para combatir la "fatiga crónica"




Existen determinados gestos manuales que son considerados sagrados, cuyo origen se remonta a tradiciones y culturas milenarias. Los más populares se conocen con el nombre de mudras y provienen de la India antigua. Las mudras están recomendadas para aliviar ciertas dolencias de tipo psicofísico, sobre todo aquellas que no encuentran una solución eficaz a través de la medicina convencional u ortodoxa.
Por otro lado, la ventaja de las mudras es que no necesitan de un terapeuta para ser aplicadas, ya que su técnica es muy sencilla y sólo puede llevarla a cabo aquel que quiere disfrutar de sus beneficios. Los gestos manuales son personales e intransferibles y su poder energético y curativo se origina a partir de ciertas posiciones que adquieren las manos. Estas posiciones activan ciertos puntos energéticos que actúan sobre la dolencia de acuerdo a la ubicación e interrelación de los dedos de ambas manos.
Se han diseñado cuatro mudras para tratar el problema de fatiga crónica. Se pueden llevar a cabo tres veces por día durante 15 minutos en cualquier lugar. Al cabo de un tiempo de aplicación se podrá recuperar la energía perdida y las ganas de hacer cosas.

1. Mudra del amanecer: A la mañana antes de levantarte de la cama, cruza los dedos de las manos de tal forma que el pulgar derecho quede sobre el izquierdo, ejerciendo un suave presión. Luego lleva las manos detrás de la nuca y realiza varias respiraciones profundas, abriendo bien los ojos y la boca mientras lo haces. Presiona los codos hacia atrás sobre la almohada. Sentirás una inyección de energía que te permitirá encarar el día con más fuerza. Este gesto está recomendado para vencer la pereza.
2. Mudra de la tierra: Con una suave presión y la palma hacia arriba, une la punta del dedo pulgar con la del anular y el meñique, mientras los demás dedos permanecen estirados. Repite con ambas manos. Este gesto está indicado para recuperar la fuerza y vitalidad física y mental. Además regula el funcionamiento del hígado y del estómago; potencia el sentido del olfato, y revitaliza la piel, el cabello, las uñas y los huesos.
3. Mudra del rayo: Con la palma hacia arriba presiona con el pulgar el borde de la uña del dedo medio. Mantén el resto de los dedos bien extendidos. Repite con ambas manos. Este gesto exacerba el optimismo y el buen humor.
4. Mudra de la purificación: Con la palma de la mano izquierda hacia arriba une las puntas del dedo pulgar con el medio, anular y meñique, al mismo tiempo que extiende el índice (como si señalaras algo). Repite con la mano derecha pero esta vez une el pulgar con el índice, el medio y el anular mientras estiras el meñique. Este gesto purifica los pensamientos y desintoxica el cuerpo y la mente.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario