Existen
determinados gestos manuales que son considerados sagrados, cuyo origen se
remonta a tradiciones y culturas milenarias. Los más populares se conocen con
el nombre de mudras y provienen de la India antigua. Las mudras están
recomendadas para aliviar ciertas dolencias de tipo psicofísico, sobre todo
aquellas que no encuentran una solución eficaz a través de la medicina
convencional u ortodoxa.
Por
otro lado, la ventaja de las mudras es que no necesitan de un terapeuta para ser
aplicadas, ya que su técnica es muy sencilla y sólo puede llevarla a cabo aquel
que quiere disfrutar de sus beneficios. Los gestos manuales son personales e
intransferibles y su poder energético y curativo se origina a partir de ciertas
posiciones que adquieren las manos. Estas posiciones activan ciertos puntos
energéticos que actúan sobre la dolencia de acuerdo a la ubicación e
interrelación de los dedos de ambas manos.
Se han
diseñado cuatro mudras para tratar el problema de fatiga crónica. Se pueden
llevar a cabo tres veces por día durante 15 minutos en cualquier lugar. Al cabo
de un tiempo de aplicación se podrá recuperar la energía perdida y las ganas de
hacer cosas.
1.
Mudra del amanecer: A la mañana antes de levantarte de la cama, cruza los dedos
de las manos de tal forma que el pulgar derecho quede sobre el izquierdo,
ejerciendo un suave presión. Luego lleva las manos detrás de la nuca y realiza
varias respiraciones profundas, abriendo bien los ojos y la boca mientras lo
haces. Presiona los codos hacia atrás sobre la almohada. Sentirás una inyección
de energía que te permitirá encarar el día con más fuerza. Este gesto está
recomendado para vencer la pereza.
2.
Mudra de la tierra: Con una suave presión y la palma hacia arriba, une la punta
del dedo pulgar con la del anular y el meñique, mientras los demás dedos
permanecen estirados. Repite con ambas manos. Este gesto está indicado para
recuperar la fuerza y vitalidad física y mental. Además regula el
funcionamiento del hígado y del estómago; potencia el sentido del olfato, y
revitaliza la piel, el cabello, las uñas y los huesos.
3.
Mudra del rayo: Con la palma hacia arriba presiona con el pulgar el borde de la
uña del dedo medio. Mantén el resto de los dedos bien extendidos. Repite con
ambas manos. Este gesto exacerba el optimismo y el buen humor.
4.
Mudra de la purificación: Con la palma de la mano izquierda hacia arriba une
las puntas del dedo pulgar con el medio, anular y meñique, al mismo tiempo que
extiende el índice (como si señalaras algo). Repite con la mano derecha pero
esta vez une el pulgar con el índice, el medio y el anular mientras estiras el
meñique. Este gesto purifica los pensamientos y desintoxica el cuerpo y la
mente.
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