miércoles, 13 de noviembre de 2013

Aprende a enfrentar los desafíos de la vida



No resulta fácil aceptar un nuevo desafío, aunque sea ha­cia una posición deseada por nosotros. No es tan simple dejar atrás la pá­gina del que recibía órdenes por otro y tenía todo resuelto, a la posición de quien decide y de quien los otros recibirán órdenes. Y mucho menos, por supuesto, cuando el cambio es en sentido contrario; por ejemplo, de trabajador activo a retirado, como lo será pasar de padre que protege y educa a padre o abuelo que necesita cuidados. O, peor aún, de un nivel económico alto, a otro más bajo.
Pero aún en estos casos donde el cambio tiene una dirección supues­tamente desfavorable, de nada nos serviría quedar enganchados a los recuerdos de la etapa perdida que nos parecía color de rosa, en comparación con la que nos toca vivir en lo que todo, quizá parezca negro. Por el contrario, eso equivaldría a no tener la menor posi­bilidad de poder afrontar las dificultades de adaptación al nuevo momen­to. Debemos tener la visión puesta en el instante en que la aceptación del cambio nos permitirá dis­frutar; porque aunque parezca increíble también podremos disfrutar de la situación actual sin que ésta tenga todo el brillo de la anterior. 

Una forma de ver las cosas

Nosotros mismos podemos ayudarnos a superar los problemas teniendo en cuenta algunos principios básicos:
• Realizar una lista de los aspectos de nuestra vida que podrían mejorar al dar por terminada una etapa, aún cuando parezcan menos importantes que los de la etapa anterior. A veces, ayuda mucho observar a otra persona que haya pasado por una situación similar y ahora disfruta de su nuevo tiempo.
• No insistir en luchar contra la tristeza que supone dejar atrás una página de la vida. El proceso de pérdida es natural, y aceptarlo sirve para limpiar el camino y avanzar con plenitud.
• Aprender de quienes no han sabido superar claramente el paso de una etapa a otra y sufren las consecuencias de esos problemas y traumas. Observar esto nos hará ver con mayor claridad la necesidad de dar vuelta la página superando el pasado.
• Analizar en el entorno familiar qué grado de eficacia ha habido a la hora de superar etapas, para poder ver hasta dónde somos esclavos de costumbres heredadas que se transmiten familiarmente y, por lo tanto, poder liberarnos de esos mandatos que perjudicar nuestro propio avance.
• Cuidarse de los mensajes que nos envía la gente que nos rodea. Un cambio personal siempre conmueve al entorno, y los mensajes contrarios de ciertas personas, aun los que son indirectos e incluso inconscientes, pueden convertirse en problemas innecesarios.
• Tener presente momentos anteriores de nuestra vida en los que también hayamos tenido que superarlos para entender que, finalmente, nuestra vida continuó.

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