Este
proceso no es más que un mecanismo de defensa que emplea el cuerpo para
prevenir una posible privación permanente de alimentos, permitiéndonos así
sobrevivir la mayor cantidad de tiempo posible antes de decaer por completos.
Ante la primera amenaza de falta de nutrientes (calorías), se acciona una
disminución del trabajo metabólico. Por eso no son recomendables las dietas
estrictas, sobre todo si son prolongadas. Para evitar esta reacción deben
seguirse dietas controladas y equilibradas junto con un entrenamiento físico
regular. De esa forma el cuerpo pierde grasa sin sacrificar el normal
funcionamiento de alguno de sus componentes.
Está claro que consumir una menor cantidad de calorías diarias contribuye a una pérdida de peso y grasa, pero siempre debe existir un equilibrio que ayude al aporte energético que el cuerpo necesita para cumplir con todas sus funciones básicas. Como premisa general, ninguna dieta para perder peso debería ser inferior a las 1800 calorías. Por debajo de ese valor, la salud puede correr riesgos.
Está claro que consumir una menor cantidad de calorías diarias contribuye a una pérdida de peso y grasa, pero siempre debe existir un equilibrio que ayude al aporte energético que el cuerpo necesita para cumplir con todas sus funciones básicas. Como premisa general, ninguna dieta para perder peso debería ser inferior a las 1800 calorías. Por debajo de ese valor, la salud puede correr riesgos.
Grasa corporal y calorías
Las
calorías que provienen de las grasas (o lípidos) se acumulan en el cuerpo con
mayor facilidad que aquellas que provienen de los hidratos de carbono o
proteínas, lo que producen un inminente sobrepeso. Esto sucede porque el metabolismo
utiliza menos energía para convertir la grasa de los alimentos en grasa
corporal frente a otras fuentes alimenticias, tan sólo un 3 por ciento de las
calorías frente a un 23 por ciento de las calorías de los hidratos de carbono.
Por
otro lado un gramo de grasa o lípido posee unas 9 calorías mientras que un
gramo de hidratos de carbono o proteínas posee tan sólo 4 calorías. Por eso,
para perder grasa corporal se debe limitar el consumo de grasas a un máximo del
30 por ciento o menos de las calorías totales de la dieta diaria.
A
veces, comer menos no es garantía de pérdida de peso ya que no siempre se
consideran los tipos de alimentos. La ingesta de hidratos de carbono (pastas,
panes, cereales) es más saludable que la ingesta de grasa, pero no más imprescindible.
Una dieta balanceada debe siempre incluir la grasa o lípidos en sus alimentos
ya que es necesaria para ciertas funciones del organismo.
Por otra parte, una pérdida de grasa puede alentarse con un mayor nivel de actividad física diaria, lo que ayuda notablemente para que una alimentación controlada permita eliminar kilos y grasa acumulada.
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