En la práctica del Yoga, la relajación va más allá de nuestros aspectos físicos y mentales, llegando hasta el espíritu; es lo que se llama relajación completa. Todos los músculos están en total descanso, sin descargar electricidad. La mente se encuentra perfectamente quieta y tranquila y, de esta forma, las fuerzas espirituales pueden manifestarse sin obstáculos por parte de los sentidos.
La forma más sencilla y fácil de relajar el
cuerpo consiste en adquirir la costumbre de frenar la tensión antes de que
afecte a los nervios. Por ejemplo, si has estado sentado demasiado tiempo en
una misma postura, deberás cambiarla. Si has estado largo rato parado deberás
sentarse o, mejor aún, acostarte sobre una colchoneta, un sofá o una cama no
demasiado blanda. Una persona que trabaje continuamente ante un escritorio o
una computadora, deberá estirarse hacia atrás con la mayor frecuencia posible.
Esto contribuye a evitar dolores y molestias, además de retrasar el proceso de
envejecimiento y promover un descanso placentero.
A través del tiempo, la relajación se habrá
transformado en una práctica saludable que le permitirá al cuerpo recuperarse
con éxito de las tareas diarias, revirtiendo los estados de nerviosismo que
alientan el insomnio. Para ello es necesario seguir los ejercicios de
relajación cervical.
Relajación muscular del cuello
Estos cuatro ejercicios te ayudarán a distender los músculos del cuello y la parte cervical de la espalda (una zona donde principalmente se acumulan las tensiones):
1) Siéntate, con la espalda recta, en una
silla dura o en el suelo con las piernas cruzadas. Cierra los ojos y deja caer
la cabeza suavemente hacia adelante, sin hacer el menor esfuerzo. Muévela despacio,
pero continuamente, haciendo un giro completo, desde la derecha hacia la
izquierda, Repite el movimiento tres o cuatro veces, haz una breve pausa y
reanuda el giro en la dirección contraria.
2) Deja caer la cabeza con suavidad hacia
adelante, hasta que toque tu pecho, y luego échala lentamente hacia atrás.
Repite estos movimientos tres o cuatro veces, con los músculos faciales
relajados.
3) Deja caer la cabeza hacia la derecha, enderézala, déjala caer hacia el lado izquierdo y luego colócala en su posición normal. Repite estos movimientos tres o cuatro veces.
3) Deja caer la cabeza hacia la derecha, enderézala, déjala caer hacia el lado izquierdo y luego colócala en su posición normal. Repite estos movimientos tres o cuatro veces.
4) Sacude la cabeza de lado a lado, floja y
suavemente, pero con movimientos rápidos y sucesivos, como si estuvieras
negando. Luego deja caer la cabeza como si colgara suelta y repite el
movimiento varias veces, como si estuvieses afirmando.
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