Por otro lado, está claro que una alimentación sana y natural es la base de la
salud perdurable, aunque no es garantía total del padecimiento de algunas
enfermedades (como el cáncer), cuyas causas aun no han sido del todo explicadas
por la ciencia. Sin embargo, el estilo de vida de las personas es una de los
factores de prevención que más debe tenerse en cuenta, sobre todo en lo
relativo a los hábitos de higiene, alimentación y actividad física.
Sustancias nutritivas anticancerígenos
Betacarotenos: Este nutriente se convierte en vitamina A en el
organismo, y se lo considera un protector natural contra varios tipos de
cáncer, en especial el de pulmón. Se lo encuentra en frutas y hortalizas de
color amarillo oscuro o naranja como zanahorias, batatas, duraznos, damascos,
bananas, ajíes rojos y amarillos.
Vitamina C: Se la considera un excelente protector contra
ciertos tipos de cáncer, principalmente el de esófago y estómago. Se encuentra
en el brécol, la coliflor, los ajíes verdes, las frutillas y los cítricos
(naranja, limón, pomelo, mandarina).
Vitamina E: Es un antioxidante natural que previene el envejecimiento provocado
por sustancias nocivas llamadas “radicales libres”, involucrados también en el
desarrollo de ciertos tipos de cáncer. Principalmente contienen esta vitamina
los cereales integrales y los aceites vegetales poliinsaturados.
Selenio: Es un mineral que se encuentra en los pescados, las nueces del Pará y
la mayoría de los productos integrales. Se cree que este oligoelemento ayuda a
prevenir el cáncer de esófago y estómago.
Fibra: Es un producto natural que el organismo humano no puede digerir ni
absorber por completo. Sin embargo, es vital para la salud del tracto
digestivo, ya que acelera el pasaje de los alimentos por el intestino. De esta
forma contribuye a eliminar las toxinas que permanecen en el colon, evitando
así una posible formación de cáncer en esta zona del cuerpo. Se encuentra en
frutas, vegetales y cereales integrales.
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