viernes, 4 de abril de 2014

Las mejores soluciones para evitar "cervicalgias"



Poniendo en práctica algunas actitudes y comportamientos saludables, es posible prevenir la aparición de las posibles causas que producen el molesto el dolor cervical:

• Actitudes posturales correctas, evitando situaciones forzadas o mantenidas, son un medio necesario y eficaz para evitar alteraciones de la morfología estática de nuestra columna cervical. Por tanto, hay que tener mucho cuidado con las labores o profesiones que nos obligan a mantener durante horas una postura concreta, como sucede con las secretarias, estudiantes, violinistas, relojeros y en general todo aquel que trabaje sobre una mesa, con una flexión forzada y mantenida del cuello.
• Las horas de sueño resultan imprescindibles en el conjunto total de una jornada. De ahí que intentemos que, dependiendo de nuestra posición al dormir, la cabeza y el cuello adopten la postura más relajada y, por tanto, no forzada. El uso de almohadas bajas en personas que duermen boca arriba, y ligeramente más altas en los que duermen lateralmente, permite evitar tensiones nocturnas en la musculatura del cuello, que a la larga provocan dolores cervicales y de espalda.
• La práctica regular de alguna actividad física y en concreto de algunos ejercicios de movilización, estiramiento y fortalecimiento de la musculatura del cuello, desempeña un papel fundamental en la profilaxis o prevención de las cervicalgias.
• Una adecuada alimentación resulta básica para que el desarrollo, mantenimiento y restauración de las estructuras óseas, articulares y musculares, sea totalmente normales. Llevar una dieta equilibrada, con aporte suficiente de vitaminas, minerales y proteínas, es el mejor apoyo para que la columna vertebral, y en particular la cervical, resistan las cargas que ejercemos sobre ellas.
• La visita al médico ante un dolor preocupante en la zona cervical constituye la actitud más acertada y segura para evitar un mal mayor. Con una historia clínica detallada, una exploración cuidadosa de la columna vertebral y una exploración radiográfica, el médico puede identificar la causa de la lesión e indicar una solución inmediata al problema. 

Diferentes tipos de cervicalgias 

• Tortícolis: Se instaura con rapidez, a veces incluso bruscamente, acompañada de una notable limitación de los movimientos de la cabeza, sobre todo los dirigidos hacia un lado. Dura habitualmente pocos días, de 2 a 10, y desaparece totalmente. Lo más frecuente es que se presente de manera espontánea, tras una caída, un movimiento brusco del cuello, una postura mantenida durante el sueño, una exposición inhabitual al frío o a una corriente de aire o humedad.
• Cervicalgias con dolor agudo: Su aparición o instauración es lenta. Su intensidad es moderada, como si se tratara de una ligera molestia. Su duración va de semanas a meses, hasta que desaparece completamente.
• Cervicalgias con dolor crónico: Es más habitual en las mujeres, sobre todo en personalidades débiles, por lo que pequeños estados de tensión y estrés pueden desencadenarlas. Su intensidad es leve, pero su persistencia adquiere caracteres importantes y llega a durar, en algunos casos, hasta años.

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