El
exceso de trabajo genera serios trastornos de salud como cansancio,
irritabilidad, síntomas de deterioro físico, dolor de cabeza, insomnio y
taquicardia. También aparece la angustia; muchas personas piensan que no
realizan bien su trabajo y buscan permanentemente mejorarlo, incluso
mentalmente en medio de una conversación. Cada una de estas actitudes los
convierten en individuos socialmente aislados, que pierden todo vínculo social
fuera del trabajo. Así comienzan a surgir otros problemas como el aislamiento,
la incapacidad para realizar actividades extra laborales y la pérdida de
sensaciones de gratificación y de emociones.
Adicción al trabajo: ¿Una cuestión psicológica?
Ante
los primeros indicios de agotamiento psicofísico muchas personas se resisten a
moderar su vida laboral. Pero esta primera señal avanza hasta que los síntomas
se agudizan con gastritis, cólicos intestinales, diarreas y disfunciones
sexuales (como la pérdida de la libido). Es ahí, cuando recién timan conciencia
de su excesivo “amor al trabajo”, una situación que esconde un problema
psicológico más comprometido.
Algunos
psicólogos sugieren que el trabajo muchas veces funciona como narcótico
emotivo. Quien pone demasiadas energías en una faceta personal evita cumplir
con otras que le desagradan. Desde ese punto de vista no creen que sea una
patología: cada uno tiene derecho a compensar las cosas malas con otras que le
causan placer. Sin embargo, reconocen que la vida de una persona pasa por el
equilibrio (trabajo, distracción, familia, ocio) y que el cerebro, como e1
resto del cuerpo, necesita un período de descanso y recuperación.
Por
otra parte, existen otros motivos por los cuales una persona se obsesiona con
el trabajo. Tal vez una incapacidad para decir que no, por ejemplo, a jefes que
abusan de sus empleados o recargan todo e1 trabajo en quienes lo hacen bien. O
quizá la búsqueda de placer en el trabajo se relacione con una autoestima
perdida en otros aspectos, una ambición excesiva o ansias de poder. De una u
otra manera, un adicto al trabajo jamás ha demostrado ser una persona
completamente feliz y plena.
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