Su
sabor es semejante al del anís (son plantas de la misma familia, la de las
umbelíferas), pero más delicado. El bulbo de hinojo se compone de hojas
carnosas superpuestas color verde pálido; las exteriores terminan en ramas
verdes con hojitas finitas y perfumadas (similares a las del apio). Las flores
adoptan forma de paraguas, son amarillas y producen semillas alargadas y
olorosas.
En la
actualidad, la cocina italiana lo emplea para perfumar los pescados y como
guarnición de muchos platos. Acompaña bien a otros vegetales, al conejo, al
pescado, a las sopas, a los platos provenzales, ya sean preparados al vapor,
fritos, a las brasas o combinados con aceite de oliva virgen.
Nutritivo, pero para un consumo discreto
El
hinojo es un alimento ideal para dietas bajas en calorías, ya que 100 gramos
sólo poseen 28 calorías. Su perfil nutritivo es más que interesante ya que
contiene: hidratos de carbono, proteínas, grasa vegetal, fibra, calcio, sodio,
hierro, fósforo, potasio, vitamina A, B1, B2 y C. Está libre de colesterol y
ácido úrico, por eso su consumo está recomendado para personas con
hipertensión. Es bueno para el funcionamiento intestinal, ayuda a prevenir el
cáncer de colon y algunas infecciones, y mantiene el epitelio en buen estado.
Sin
embargo, está contraindicado en casos de trastornos diarreicos. Quienes tienen
dificultades digestivas deben limitar su consumo o comerlo cocido, y se lo debe
suprimir en casos de divertículos. En algunas personas puede provocar
reacciones alérgicas. Además, su sabor tan peculiar e intenso produce cierto
rechazo en aquellas personas que gustan de la cocina tradicional.
Consejos culinarios
para el hinojo
• Elige
bulbos firmes, completos, con las ramas verdes y frescas cortadas no demasiado
cortas. Puedes conservarlos en la heladera durante una semana, aunque pierden
el aroma y la textura crocante.
• Congélalos
previo ligero hervor. Las briznas verdes puedes secarlas fácilmente en
microondas a potencia mínima.
• Se
come crudo, cortado en mitades, y luego en tajadas finas. Puede blanquearse
previamente y refrescar en agua helada, pero pierde aroma (en ese caso, retira
siempre las hojas exteriores mas duras y reserve las briznas para aromatizar).
• Puedes
prepararlo también a las brasas, horneado y grillado, gratinado con manteca o
crema y queso, rebozado y frito, rellenos los bulbos con queso camembert o
parmesano.
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