Por
otra parte, las carencias vitamínicas pueden contrarrestarse modificando la
alimentación diaria, al incorporar una mayor cantidad de verduras y hortalizas
crudas. En los alimentos crudos las materias nutritivas y vitaminas están en
perfecto equilibrio y sólo aportan beneficios nutritivos al cuerpo, cosa que no
sucede con los alimentos procesados. Debido a eso, es sumamente importante
conocer cuáles son los alimentos que deben comerse crudos, para aprovechar así
todas sus propiedades curativas y preventivas. He aquí una lista de ellos:
Ajo: Posee antibióticos y un poder bacteriano que se
prolonga por varios días después de haberlo ingerido. También se ha demostrado
su eficacia contra los virus A y B de la gripe. Crudo tiene un poder
desinfectante muy superior al alcohol de 90º, aunque después de la cocción su
capacidad medicinal se reduce en un 90%, pierde un 30% de agua, se destruyen y
coagulan proteínas, desaparecen las vitaminas y la mayor parte de las sales
minerales, aportando únicamente grasas e hidratos de carbono.
Una vez ingerido desinfecta la boca, aumenta el apetito, estimula la secreción de la saliva y jugos gástricos y desinfecta los intestinos, combatiendo posibles parásitos y fermentaciones anormales. Además estimula el funcionamiento del hígado, páncreas, tiroides, pituitaria y suprarrenales. Por otra parte, moviliza el plasma sanguíneo y el ritmo cardíaco, enriquece y fluidifica la sangre, constituyéndose como un profiláctico de arteriosclerosis y embolias Se recomienda especialmente para personas con reuma, artritis, ciática y várices.
Una vez ingerido desinfecta la boca, aumenta el apetito, estimula la secreción de la saliva y jugos gástricos y desinfecta los intestinos, combatiendo posibles parásitos y fermentaciones anormales. Además estimula el funcionamiento del hígado, páncreas, tiroides, pituitaria y suprarrenales. Por otra parte, moviliza el plasma sanguíneo y el ritmo cardíaco, enriquece y fluidifica la sangre, constituyéndose como un profiláctico de arteriosclerosis y embolias Se recomienda especialmente para personas con reuma, artritis, ciática y várices.
Alcauciles
(alcachofas):
Al ser hervidos pierden alrededor del 25% de agua, albúminas, parte de las
sales minerales y vitaminas, aunque conservan los hidratos de carbono.
Sus
partes comestibles, al estar crudas contienen vitaminas A, B1, B2 y C, potasio,
calcio, magnesio, manganeso, insulina, azúcares, taninos, 80% de agua, 11% de
hidratos de carbono, entre un 2% y un 4% de proteínas y un 0,1 % de grasas.
Es
imprescindible en enfermedades del hígado, vesícula, molestias del aparato
digestivo, alteraciones del metabolismo celular, en insuficiencias renales,
reuma y diabetes. Para comerlas crudas se utiliza solamente su parte central,
quitando los pellejos que deben sacarse en el mismo momento en que se
consumirán para evitar que se oxiden, también conviene rociarlas con limón para
evitar que se pongan negras después de cortarlas.
Apio: Gracias a su contenido de
aceite etéreo, ejerce una importante función en los riñones, debido a que
dilata los vasos renales, facilitando de ese modo la expulsión del agua y, como
consecuencia, los desechos que suele retener el organismo. También es muy
efectivo para las personas con tendencia a formar cálculos renales. Combina muy
bien con ensaladas de verduras o en preparados energéticos con manzana, nuez y
mayonesa.
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