Los
ejercicios con poleas conocidos como “jalones” ayudan a marcar los músculos
laterales (tórax) y de la espalda, ya que los movimientos que empujan los
brazos hacia abajo y atrás implican un trabajo muscular de los dorsales y
pectorales. De esta manera se consigue firmeza y tonicidad en los costados del
cuerpo, a la altura de las costillas.
Independientemente
de la variante del ejercicio, es necesario comenzar siempre con los brazos
estirados. Si doblas los codos al comienzo, impedirás el trabajo completo de
los dorsales. Si respiras adecuadamente al tirar de la polea, tu torso ganará
estabilidad y creará la base necesaria sobre la que los músculos pueden
trabajan en forma concentrada y efectiva.
¿Cómo llevar a cabo los “jalones”?
El
aparato para realizar “jalones” es tan sencillo de usar que no necesitas más
que acomodarte y comenzar el ejercicio. Sin embargo, para evitar movimientos
imprecisos y poco beneficiosos puede considerar los siguientes cuatro pasos:
1. Ajusta
el asiento de la polea dorsal de manera que tus brazos estén totalmente
extendidos al tomar la barra angular. Toma aire y retenlo cuando tires de la
barra hacia abajo.
2. Asegúrate
de que el torso esté siempre erguido, para bajar la manilla (barra) cerca de tu
cara.
3. En
la posición más baja, cuando la barra esté al nivel de tus hombros, tus codos
deben formar un ángulo recto con los antebrazos; tus hombros deben estar hacia
atrás.
4. Relaja
los músculos ligeramente y expulsa el aire al regresar al punto de partida.
Detente por un instante en la posición final y repite varias veces.
Claves para potenciar los resultados de los “jalones”
• La
adecuada posición de manos, brazos y hombros determina qué músculos se van a
trabajar. Cuando utilizas las poleas altas empujando hacia abajo con las manos
(que terminan el ejercicio a los costados del cuerpo), estás usando
correctamente los músculos que unen el brazo con el hombro y trabajarás los
músculos dorsales y pectorales.
• Al
comenzar utiliza poco peso; si te excedes, puedes doblar el codo y cambiar el
accionar. Hay que aumentar el peso de las poleas paulatinamente a medida que el
cuerpo está en condiciones de levantarlo, para no cambiar la postura por el
esfuerzo exigido.
• La
posición inicial del ejercicio permite la expansión máxima de la cavidad
pectoral. En ese momento, inhala hasta estirar completamente los músculos que
levantan y expanden la caja torácica. Durante el movimiento hacia abajo,
exhala suavemente para contraer los músculos.
• Conserva
los brazos y los hombros completamente relajados durante todo el ejercicio, ya
que la fuerza debe concentrarse en los pectorales y dorsales.
• Utiliza
pesos livianos para no comprometer la integridad de los músculos. Adapte
siempre tu fuerza al peso de las poleas.
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