Aunque pueda parecer un hecho común, no hay nada más
benéfico y natural que respirar bien. Si bueno es saber cómo hacerlo (en forma
profunda y consciente), igualmente bueno es saber que se respira. Entre las
sustancias que desempeñan el papel más importante en los procesos vitales
figura, en primer lugar, el oxígeno. Es sencillo darse cuenta de ello, si
tenemos en cuenta que la proporción media de oxígeno en el cuerpo humano es del
63%.
La vida, basada en la combustión lenta, utiliza el
oxígeno como combustible. Sin embargo, la asimilación del oxígeno por los
tejidos, imprescindible para el equilibrio celular, se encuentra reducida por
numerosos factores tóxicos, procedentes de la contaminación atmosférica. Y
además, por otros factores que inciden negativamente en la salud, como la
alimentación inadecuada, las bebidas alcohólicas y el estrés. Por el contrario,
la inhalación de aire puro e ionizado, en el campo o la montaña, resulta mucho
más beneficiosa; pero en cualquier caso, tal beneficio depende más de la
capacidad de las plasmas circulantes para transportar el oxígeno hasta la
célula, que del propio suplemento de oxígeno.
Un poco de vida natural
La contaminación ambiental es una realidad que nos afecta
a todos y de la cual es imposible escapar. Las personas que viven en las
grandes metrópolis sufren diariamente la carencia del aire puro. Esto no sólo
genera un malestar físico, sino que además favorece la aparición de estrés. Una
solución paliativa (pero no definitiva) es aprovechar los fines de semana para
alejarse de las zonas urbanas y trasladarse a lugares saturados de verde, donde
la naturaleza todavía no ha sido contaminada y el aire que se respira no es más
que oxígeno puro. Aunque esta salida no es viable para todos, algunos optan por
llenar su casa o departamento de plantas, generando así un microclima. Otros,
en cambio, recurren a los gimnasios a purificar los pulmones a través de la
inhalación de oxígeno en tubos. Pero está posibilidad es muy cara y sólo acceden
algunos elegidos.
La realidad es que el contacto con la naturaleza,
más que una moda es una necesidad imperante para ayudar a los pulmones y a todo
nuestro cuerpo. Cuando puedas respirar verdadero aire puro y limpio hazlo
profundamente varias veces, inhalándolo por la nariz y exhalándolo por la boca;
esta es una oportunidad única y gratuita de darle vida a tu organismo.
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