Para
perder peso y no volver a engordar resulta imprescindible aprender a comer y a
cocinar de forma sana. No basta con seguir una dieta pasajera durante un
período de tiempo determinado, sino que se trata de cambiar o modificar los
hábitos alimenticios de por vida. Sólo así es posible conservar una silueta a
lo largo de los años y evitar definitivamente los antiestéticos “kilos de más”.
También el hábito por el ejercicio físico y la vida sana influyen directamente
en mantener siempre un cuerpo esbelto y saludable.
Precisamente
un “cambio de hábitos” sugiere la adopción de conductas alimenticias sanas y
equilibradas a lo largo de toda la vida. Es por ello que más que una dieta, es
necesario adoptar una pauta general para alimentarse sin preocuparse por el
sobrepeso. Más aún, un cambio de hábitos considerado como un nuevo “estilo de
vida” permite alcanzar el peso corporal
ideal sin pasar hambre ni poner en peligro al organismo, como sucede con la
mayoría de las dietas estrictas.
La forma saludable de preparar las comidas
En todo
cambio de hábitos nutricionales es necesario aumentar el consumo de algunos
alimentos, limitar el de otros y dejar de lado los que dañan al organismo. A la
vez, la preparación de las comidas es un aspecto clave para que los alimentos
resulten saludables sin que pierdan sabor. Si bien todas estas normas deben
seguirse mediante un proceso o etapa de adelgazamiento, conviene extenderlas
toda la vida, ya que podemos comer variado, rico y sin engordar un gramo. La
diferencia está en que al comienzo hay que adoptar el hábito de comer sano,
mientras que después sólo hay que mantenerlo, pero sin privarse del placer de
comer. En cuanto a la preparación general de los “platos salados” es
recomendable tener en cuenta los siguientes puntos:
• Evitar las grasas animales y las vegetales sólidas, y sustituirlas por grasas vegetales líquidas.
• Huir de los fritos en general.
• Cocinar al vapor es muy sano, lo mismo que utilizar sartenes antiadherentes y el horno.
• Conseguir el gusto de las comidas a base de hierbas o especias como la pimienta.
• También se pueden utilizar ajo, perejil y cebolla.
• Consumir poca sal en los preparados calientes y fríos.
• Evitar las grasas animales y las vegetales sólidas, y sustituirlas por grasas vegetales líquidas.
• Huir de los fritos en general.
• Cocinar al vapor es muy sano, lo mismo que utilizar sartenes antiadherentes y el horno.
• Conseguir el gusto de las comidas a base de hierbas o especias como la pimienta.
• También se pueden utilizar ajo, perejil y cebolla.
• Consumir poca sal en los preparados calientes y fríos.
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