El sistema X ABS se basa en los factores que intervienen
para conseguir un abdomen plano sin grasa y con músculos firmes. Estos factores
saludables los denomino “X”, como si se trataran de un archivo secreto que aún
nadie ha revelado. Pero como contrapartida existen otros factores que promueven
el crecimiento abdominal. Estos factores negativos los denomino “N” y constituyen
el decálogo de lo que no deberías hacer si deseas eliminar la barriga para
siempre. A continuación conoce 2 de estos 10 factores:
FACTOR "N" #1: Consumir
azúcar blanco
El consumo de azúcar blanco, sobre todo en exceso, promueve
un deficiente funcionamiento metabólico que repercute en la salud y la estética
del organismo. El azúcar blanco sólo se compone de hidratos de carbono simples
sin ningún nutriente (producto de su proceso de refinamiento industrial), por
lo que además de aportar calorías vacías impacta directamente en los niveles de
azúcar en sangre, incrementándolos de manera rápida luego de su consumo. En
resumen la energía proveniente del azúcar blanco es de pésima calidad y puede
alterar el mecanismo que permite mantener un óptimo nivel de azúcar en sangre.
Al subir rápidamente el azúcar en la sangre, el cuerpo libera insulina desde el páncreas para normalizar los niveles bajándola al mismo ritmo que sube, es decir, rápidamente. Este ciclo provoca que el cuerpo continuamente esté demandando el consumo de “dulces”, por lo que el exceso calórico es casi inevitable. Con el tiempo, el cuerpo se hace dependiente del consumo de azúcar, ya que debe normalizar los niveles que siempre suben y bajan con el consumo reiterado de hidratos de carbono simples aportados por el azúcar blanco y todos los productos que la contienen en gran cantidad. Lo paradójico de este ciclo es que en lugar de responder con energía, el organismo permanece cansado, ya que la insulina reduce abruptamente el nivel de azúcar en sangre. La fatiga promueve la inactividad física, un factor clave para mantenerse en forma. Así, las continuas ingestas de azúcar blanco van afectando el metabolismo en todo sentido, ya que la acumulación de energía se traduce finalmente en grasa que el cuerpo aloja, sobre todo en la región abdominal. La falta de ejercicio físico potencia el sobrepeso ya que la grasa no es utilizada. En definitiva, consumir azúcar blanco es el principal y primer factor negativo que atenta contra una silueta delgada y sin barriga.
Al subir rápidamente el azúcar en la sangre, el cuerpo libera insulina desde el páncreas para normalizar los niveles bajándola al mismo ritmo que sube, es decir, rápidamente. Este ciclo provoca que el cuerpo continuamente esté demandando el consumo de “dulces”, por lo que el exceso calórico es casi inevitable. Con el tiempo, el cuerpo se hace dependiente del consumo de azúcar, ya que debe normalizar los niveles que siempre suben y bajan con el consumo reiterado de hidratos de carbono simples aportados por el azúcar blanco y todos los productos que la contienen en gran cantidad. Lo paradójico de este ciclo es que en lugar de responder con energía, el organismo permanece cansado, ya que la insulina reduce abruptamente el nivel de azúcar en sangre. La fatiga promueve la inactividad física, un factor clave para mantenerse en forma. Así, las continuas ingestas de azúcar blanco van afectando el metabolismo en todo sentido, ya que la acumulación de energía se traduce finalmente en grasa que el cuerpo aloja, sobre todo en la región abdominal. La falta de ejercicio físico potencia el sobrepeso ya que la grasa no es utilizada. En definitiva, consumir azúcar blanco es el principal y primer factor negativo que atenta contra una silueta delgada y sin barriga.
FACTOR "N" #2: Consumir
harinas blancas
Las harinas blancas son el resultado de un proceso de
molienda y refinamiento que eliminan las características naturales del grano trigo
candeal. Carecen de fibra y antioxidantes y suelen aportar vitaminas y
minerales agregados ya que al refinarse dejan de lado el salvado y el germen
(las partes que contienen los nutrientes del trigo). Sólo conservan el
endospermo (almidones). Su consumo en grandes cantidades altera el normal
funcionamiento metabólico del cuerpo, ya que los almidones (hidratos de
carbono) liberan rápidamente azúcar en sangre. En el cuerpo funcionan como el
azúcar blanco y alimentan el ciclo de suba y baja de azúcar en sangre. Este
ciclo genera dependencia en su consumo. Cuando se lleva una alimentación basada
principalmente en el consumo de harinas blancas y sus derivados (pan, pastas,
pastelería) se producen continuos atracones provocados por las bajas de azúcar
que el cuerpo padece al liberar rápidamente la insulina (responsable de
mantener un óptimo nivel de azúcar en sangre). En realidad los ataques de
ansiedad desaparecen al evitar el consumo de productos elaborados con harinas
blancas refinadas y azúcar blanco. Por otra parte un prolongado e importante
consumo de harinas blancas al igual que el de azúcar blanco puede desencadenar
en hipoglucemia y diabetes. La falta de nutrientes esenciales y fibra hace que
el almidón se convierta instantáneamente en glucosa y circule en el torrente
sanguíneo, obligando a un trabajo excesivo por parte del páncreas, quien
continuamente debe liberar energía para mantener un óptimo nivel de azúcar en
sangre.
En resumen las harinas blancas refinadas carecen de valor nutricional, aportan grandes cantidades de calorías y alteran el metabolismo de los azúcares del cuerpo. A nivel estético los alimentos del tipo refinados atentan contra la conservación de un peso ideal, ya que generan dependencia en su consumo y provocan un continuo cansancio luego de su ingestión. Lo ideal es evitarlos o limitar su consumo al mínimo, combinándolos siempre con un importante consumo de frutas y verduras para evitar que entren rápidamente al torrente sanguíneo. Para conseguir un abdomen plano, debes reemplazar las harinas blancas y todos sus derivados por alimentos elaborados con harinas enteras o integrales.
En resumen las harinas blancas refinadas carecen de valor nutricional, aportan grandes cantidades de calorías y alteran el metabolismo de los azúcares del cuerpo. A nivel estético los alimentos del tipo refinados atentan contra la conservación de un peso ideal, ya que generan dependencia en su consumo y provocan un continuo cansancio luego de su ingestión. Lo ideal es evitarlos o limitar su consumo al mínimo, combinándolos siempre con un importante consumo de frutas y verduras para evitar que entren rápidamente al torrente sanguíneo. Para conseguir un abdomen plano, debes reemplazar las harinas blancas y todos sus derivados por alimentos elaborados con harinas enteras o integrales.
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